La última teoría de Einstein podría confirmarse

La Agencia Espacial Europea ha enviado la nave Lisa Pathfinder para estudiar la existencia de las ondas gravitatorias. Un fenómeno que nos permitiría 'escuchar' el universo
Agujero negro en el espacio
photo_camera Agujero negro en el espacio

La nave Lisa Pathfinder de la Agencia Espacial Europea (Esa), lanzada para detectar las ondas gravitatorias que predijo Einstein, está en camino hacia su órbita operativa.

Las ondas gravitatorias son pequeñas fluctuaciones en el tejido espacio-temporal predichas por la teoría de la relatividad general del genio. Si se lograra probar su existencia, el mundo descubriría una nueva forma de entender el universo. Hasta ahora, los científicos se guiaban en sus estudios por el fenómeno de la luz, a partir de ahora, se podría escuchar. 

El origen de esta ondas se encuentra en la colisión de dos agujeros negros. Estos choques generan unas ondas que los astrónomos no habían podido detectar hasta ahora, debido a la distancia a la que se producen de la Tierra. Sin embargo, el experimento estadounidense Ligo podría haber captado por primera vez este fenómeno.

Ahora es la Agencia Espacial Europea la que investiga las ondas gravitatorias con el lanzamiento de la nave Lisa Pathfinder. Los equipos de ciencia e ingeniería comienzan a poner a prueba sus sistemas e instrumentos para comprobar su existencia. Concretamente, este examen de la sonda se llevará a cabo a lo largo de la semana, con la activación de elementos de la carga útil del módulo científico, incluido el láser que servirá para controlar el movimiento en caída libre más preciso que se haya logrado jamás en el universo.

Incluso en el espacio, aislar una masa de prueba de todas las fuerzas no gravitatorias que actúan sobre ella es un esfuerzo asombroso, según ha explicado la Esa. Además, ha indicado que demostrar que es posible realizar una caída libre exacta es una condición esencial para futuros observatorios espaciales de ondas gravitatorias. 

Tras su lanzamiento el pasado 3 de diciembre de 2015, Lisa Pathfinder ha utilizado su módulo de propulsión para elevar su órbita seis veces y embarcarse rumbo a su órbita operativa alrededor del punto de Lagrange (L1), a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra en la dirección del Sol. Una vez que se haya separado el módulo de propulsión, un hecho que está previsto que se produzca el 22 de enero, el módulo científico entrará en órbita. El siguiente paso será comenzar las operaciones científicas el 1 de marzo.

La Esa ha destacado que en el centro del módulo científico se encuentra el paquete tecnológico Lisa, el corazón de la misión en términos de ciencia, que alberga las dos masas de prueba. Una vez que la nave haya entrado en órbita estable alrededor de L1, este par de cubos idénticos de oro y platino serán liberados y pasarán a estar en manos de la influencia de la gravedad. Un interferómetro láser registrará sus movimientos y medirá los minúsculos cambios provocados por otras fuerzas diferentes a la gravedad, con el fin de evaluar el nivel de desviación en relación a una caída libre real.


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