'Handia' se lleva diez Goyas pero 'La Librería' triunfa

La película de Isabel Coixet ganó tres de los premios con mayor peso

Coixet recogiendo el premio. EFE
photo_camera Coixet recogiendo el premio. EFE

La librería de Isabel Coixet se ha proclamado vencedora, casi por sorpresa, en la 32 edición de los Goya, con los premios de mejor película, mejor dirección y guión adaptado, mientras la vasca Handia ha ganado en número, con nada menos que diez estatuillas, la mayoría técnicas.

En una gala en la que el feminismo ha tenido un protagonismo simbólico, en forma de abanicos rojos repartidos entre los asistentes, Handia parecía favorita hasta pasada la mitad de la gala y la propia Coixet ha reconocido que no lo esperaba desde el escenario del Marriot Auditorium.

La directora de La vida secreta de las palabras, que ya suma ocho Goyas en su carrera, ha convencido con su adaptación de la novela de Penélope Fitzgerald, rodada en inglés, y ha sido de las más contundentes con el discurso feminista.

El Goya al mejor actor fue para el ferrolano Javier Gutiérrez por 'El autor', el drama literario de Manuel Martín Cuenca, que además ha logrado el Goya a la mejor actriz de reparto para Adelfa Calvo


Coixet ha reprochado que "el Fondo Monetario Internacional dijera el año pasado que nos faltan 170 años para conseguir la igualdad salarial" y ha agradecido que, de pequeña, su madre le permitiera "escaquearse" de las labores domésticas para leer.

Los premios de interpretación han ido por otros derroteros. Nathalie Poza, mejor actriz por No sé decir adiós, un drama familiar sobre la dificultad de afrontar la muerte, era la favorita después de ganar en los Forqué y los Feroz.

Poza, como Coixet, ha lucido el abanico rojo reivindicativo del movimiento #MásMujeres, una iniciativa de la asociación de mujeres cineastas (CIMA) que reclama una mayor presencia femenina en el cine. Este año, sólo un 27 % de las nominaciones han tenido nombre de mujer.

"No sabía que se podía ser tan feliz encima de un escenario sin ser otra", ha dicho Poza.

El mejor actor también estaba cantado: el ferrolano Javier Gutiérrez por El autor, el drama literario de Manuel Martín Cuenca, que además ha logrado el Goya a la mejor actriz de reparto para Adelfa Calvo.

Marisa Paredes ha recogido el Goya de Honor y ha recordado que lleva vinculada a la Academia de Cine desde sus inicios

Ambos han sido reivindicativos en sus discursos, el primero para recordar a todos los actores que no tienen la suerte de que suene el teléfono, y Calvo para unirse al grito por la igualdad entre actores y actrices a la hora de trabajar y de cobrar.

Handia, la fábula de Jon Garaño y Aitor Arregui sobre el Gigante de Altzo, rodada en euskera y ambientada en el siglo XIX, ha sumado los Goyas de mejor guión original, música, vestuario, montaje, dirección de producción, dirección artística, fotografía, maquillaje y peluquería, efectos especiales y actor revelación para Eneko Sagardoy.

Ander Sistiaga, que recibió el Goya a la mejor dirección de producción por Handia, citó en su discurso al exjugador del Breogán Saad Kaiche, que trabajó de doble en la película.

Verano 1993, de Carla Simón, otra de las favoritas, también se va con la cabeza alta con el reconocimiento de mejor dirección novel, actriz revelación para Bruna Cusí y actor de reparto para David Verdaguer.

Simón, que cuenta en su opera prima un relato autobiográfico sobre el primer verano que pasó sin sus padres, fallecidos a causa del sida, ha recordado a todas las personas que pasaron por una situación como la suya, y a quienes hoy viven con el virus.

Joaquín Reyes y Ernesto Sevilla han conducido la gala con un ritmo a veces flojo, pero con su característico humor de toques surrealistas


"Es absurdo que el Sida siga estigmatizado, no pasa nada por vivir con el VIH", ha dicho la joven directora, luciendo también el abanico rojo.

La Llamada, la comedia musical de Javier Ambrossi y Javier Calvo, se ha tenido que conformar con el Goya a la mejor canción original para Leiva y Verónica de Paco Plaza el de mejor sonido.

Joaquín Reyes y Ernesto Sevilla han conducido la gala con un ritmo a veces flojo, pero con su característico humor de toques surrealistas, que ha incluido una fugaz aparición de J.A. Bayona con la pamela roja de su madre o a la actriz británica Emily Mortimer hablando en euskera, así como algún "sketch" al más puro estilo "chanante".

Marisa Paredes ha recogido el Goya de Honor y ha recordado que lleva vinculada a la Academia de Cine desde sus inicios: "he sido su presidenta y he dado discursos, alguno bien conflictivo como aquel del 'no a la guerra', que hoy -ha dicho en medio de los aplausos- volvería a repetir".

La segunda entrega de Tadeo Jones, la película española más taquillera del año, se ha llevado el Goya al mejor largometraje de animación, y el mejor documental ha sido Muchos hijos, un mono y un castillo de Gustavo Salmerón.

La chilena Una mujer fantástica se ha llevado el Goya a la mejor película iberoamericana y la sueca The square el de mejor filme europeo. Ambas aspiran también al Oscar a la mejor película de habla no inglesa.

La 32 edición de los Goya ha celebrado un cine renovado, diverso y multilingüe, ya que las cinco películas finalistas al premio principal están rodadas en cuatro idiomas diferentes. 

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