"Educamos a los hijos para Disney, pero la vida es 'The Walking Dead"

 

Junto con Pedro García García Aguado (medallista olímpico en waterpolo y expresentador de 'Hermano mayor'), Francisco Castaño dirige el proyecto 'Aprender a educar'. Ambos estarán este sábado en Lugo para dar una charla en las XXI Xornadas do Ensino de Anpe

 

Francisco Castaño. TWITTER
photo_camera Francisco Castaño. TWITTER

Francisco Castaño, profesor de Secundaria y orientador familiar, ha dedicado gran parte de su vida a la educación de niños y jóvenes con problemas de todo tipo. Es la mitad experta de Aprender a Educar, un proyecto que comparte con el exdeportista y presentador de televisión Pedro García Aguado. 

El sindicato de profesores Anpe ha pensado en ellos para la charla estrella de sus jornadas formativas, que se inician este viernes en la Facultade de Formación del Profesorado y se prolongan el sábado. 


¿Cuáles son las claves de su propuesta, Aprender a educar?
Nuestra charla parte siempre del sentido común, y luego tiene varios apartados: el primero, explicar por qué estamos en la educación actual, qué cambios socioeducativos se han dado en todos los aspectos, desde la sociedad a la escuela y la casa; luego, hablamos un poco cómo nos comportamos como padres y el resultado en función de cómo te comportes como tal; por último, tratamos de trasladar qué hay que hacer en la educación: normas, límites con consecuencias aplicadas con mucho amor y todo basado en una buena comunicación con los hijos. Y también incidimos en los valores, que es lo que más nos está costando, la educación en valores. Se dice que la juventud no tiene valores, pero sí los tiene, solo que son otros diferentes: el like en Instagram, los seguidores, la inmediatez, quererlo todo ya... Antes no era así, y creemos importante fomentar valores como el esfuerzo, el respeto, la responsabilidad... cosas que se nos han ido un poco de la mano.

Una de las cosas que más nos está costando como padres es la educación en valores como el esfuerzo y el respeto

Desde vuestra experiencia, está justificada esa opinión generalizada de que "vamos a peor".
No. Cuando yo era crío me acuerdo de mi padre dicéndome: "Es que antes era.., es que antes hacíamos... ". Y parecía que lo que hacíamos nosotros era lo peor. No se va a peor, es una evolución y lo que hay que hacer es adaptarnos y tirar para delante. El problema es que creo que en esta evolución lo que ha ocurrido es que hemos venido de una situación de mucho autoritarismo, mucho control y respeto al mayor y a la autoridad y se ha pasado al todo vale. Quizás la fase de adaptación no la hemos hecho bien. Pero una de las cosas buenas del ser humano es que se adapta a cualquier cosas, así que no vamos a peor.

Una de las bases que ha nombrado es la mantener una buena comunicación con los hijos, pero me pregunto cómo se consigue eso con un adolescente o con un joven, porque cuando nosotros lo fuimos tampoco es que la comunicación con nuestros padres fuera muy fluida, padres e hijos nunca hablan el mismo lenguaje...
Ese es uno de los problemas, por qué hablan lenguajes diferentes. Yo creo que al final solo hablamos con ellos para decirles qué tienen que hacer, cuándo lo tienen que hacer y qué ha pasado para que no lo hayan hecho bien. Cuando me vienen los padres de adolescentes preguntando por este asunto, yo les pregunto: ¿Cuál es el cantante favorito de tu hijo? Y la mayoría no tienen ni idea, porque se limitan al "qué has hecho, dónde has estado y con quién". Y las respuestas siempre son las mismas: «nada, por ahí y con los colegas». Va todo unido. La educación trata de imponer unas normas: si tu hijo tiene que llegar a las diez y no llega, tiene que asumir que eso tiene una consecuencia inmediata, que es que al día siguiente no sale; pero eso no exime de una buena comunicación, no hay que enfadarse por ello y discutir todos los días. Tenemos que entender un poco cómo piensan los adolescentes que no piensan como nosotros.

Supongo que los adolescentes piensan como siempre, como cuando éramos adolescentes.
Correcto, pero el problema es que nos olvidamos de cómo éramos nosotros. Intentas que tu hijo  piense que lo primero es ir al instituto, hacer los deberes y comportarse con responsabilidad, y lo que tu hijo piensa es que a ver cuándo llega el fin de semana para irse por ahí, o la hora de jugar en la Play.

Venimos de una situación de mucho autoritarismo y se ha pasado al todo vale

Entiendo que usted sitúa la clave de la educación en casa, mucho más que en los centros de enseñanza.
Nosotros nos centramos en los padres, pero damos solo las pautas. Pero sabiendo que para educar a un niño, como dice un proverbio africano, se necesita la tribu entera. La familia no puede educar sin la escuela, tenemos que ir a una.

Llama la atención que a estas alturas todavía se tenga que insistir en algo tan razonable y de sentido común como las claves que usted apunta. ¿En qué momento las hemos olvidado para que ahora necesitemos expertos que nos las recuerden?
Creo que se nos ha olvidado porque uno de los problemas más graves en la educación es el exceso de sobreprotección a los hijos. Eso está generando incompetentes para vivir en sociedad, no saben, porque se tiende a darles todo y solucionarles todo. Yo suelo decir que educamos a los hijos como si fuera una película de Disney y la vida en realidad es The Walking Dead. Los estamos engañando y cuando llegan a la adolescencia ya no quieren estar con papá y mamá, pero a la vez no saben solucionarse sus cosas porque se lo hemos facilitado todo demasiado. Eso es un problema muy grave, queremos que no sufran, que tengan todo y que no pasen lo mismo que hemos pasado nosotros. Pero es que tampoco es que nosotros pasáramos tanto, la mayoría no sufrimos grandes penurias ni tuvimos ningún problema porque nos criaran con más exigencias.