El cura de Crecente, en Pontevedra, sigue dando que hablar, sobre todo entre sus feligreses de Albeos. Después de que el Día de Difuntos decidiera cerrar el cementerio para dar un correctivo a todos los que querían honrar a sus muertos por no pagar las cuotas de mantenimiento del camposanto y tener abiertos ceniceros y nichos, ahora se rebela contra la autoridad. No dará misas hasta que la gente aporte la cantidad de dinero que está pactada para cuidar el cementerio.
El obispado le había dado a principios de noviembre un toque de atención, por lo que decidió iniciar una queja no acudiendo a dar misa al lugar. Muchos vecinos lamentan que ahora solo pueden ir a rezar los domingos, cuando antes la frecuencia de oficios era mayor.
El párroco en huelga acude a sus otras parroquias sin problemas, pero a Albeos debe desplazarse cada domingo un sacerdote enviado por el obispado para satisfacer a los 500 feligreses del lugar.
El párroco de Crecente se declara en huelga y no da misas en Albeos
El cura ya había cerrado el cementerio el Día de Difuntos por que los feligreses no pagaban las cuotas de mantenimiento
