Piden prisión para los dos policías acusados en la operación Zamburiña

Considera que podría haber indicios de un delito de homicidio en el caso de la muerte del agente originario de Monforte que inicialmente se investigó como un posible suicidio

 

Registro en la casa familiar de Toén de los dos hermanos detenidos. TVG
photo_camera Registro en la casa familiar de Toén de los dos hermanos detenidos. TVG

La fiscalía y las dos acusaciones personadas, una de ellas de la familia del policía muerto en Ourense, Celso B, han pedido el ingreso en prisión para los dos policías -hermanos- arrestados el pasado viernes en relación con el robo de armas, en el caso de la familia, por supuesto homicidio.
En declaraciones a los medios, tras una maratoniana jornada, el abogado de la familia del policía, Arturo Mosquera, ha informado de que ha pedido el ingreso en prisión para los dos arrestados "y alternativamente" la puesta en libertad con la imposición de una fianza y "aseguramiento de que comparezcan".

Considera que podría haber indicios de un delito de homicidio, pese a que inicialmente la muerte del agente se investigó como posible suicidio.

Según han informado fuentes judiciales, los dos agentes implicados en relación con la desaparición de seis armas, entre los años 2014 y 2015, del búnker de la comisaría provincial de Ourense, únicamente respondieron a preguntas formuladas por su abogado y no a las acusaciones.

Los agentes han prestado declaración cerca de las nueve de la noche a pesar de que llegaron al edificio judicial en torno a las seis de la tarde, tras tener acceso a los once tomos y los más de tres mil folios de documentación que comprende la causa.

Por el momento, la jueza de instrucción número 3 de Ourense, Eva Armesto, no ha decidido si acuerda el ingreso en prisión o la puesta en libertad para los dos arrestados.

El letrado de la defensa solicitó la repetición de una diligencia, según han detallado a los medios congregados fuentes del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG).

Sobre esta circunstancia, el letrado de la familia del policía fallecido ha señalado que ha pedido la repetición de una diligencia en su presencia y también en presencia de los dos investigados, lo que demorará todavía el dictamen judicial.

La operación Zamburiña se inició entre 2014-2015, a raíz del envío de unos anónimos que relacionaban el robo de las armas con la operación por drogas y cuya tramitación se saldó con trece personas arrestadas por esta causa, situación que desembocó en una investigación por parte de Asuntos Internos.

Durante las indagaciones, dos policías resultaron detenidos y otros dos imputados por supuestos delitos relacionados con revelación de secretos u omisión de perseguir delitos, derivado de su trato con confidentes.

Esto provocó el desmantelamiento del grupo de estupefacientes; sin embargo, las armas siguieron en paradero desconocido hasta 2016, cuando apareció muerto un agente, natural de Monforte, que había sido investigado en relación al envío de anónimos.

Entonces, la policía encontró un escrito al lado del agente fallecido en el que se autoinculpaba del robo de las armas, aunque la UDEV continuó las pesquisas ante las sospechas de que un solo policía no podía elaborar los anónimos y planear la sustracción de las armas.