Opinión

Senda de concertación

GOBIERNO, sindicatos y patronales firmaron este martes un acuerdo para la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) en un 4% para el próximo año, un 5% en 2019 y en un 10% en 2020. El acuerdo va supeditado a tasas de crecimiento y de generación de empleo. El hecho relevante, además del incremento del SMI, es haber alcanzado un acuerdo socioeconómico entre estos agentes. No fue posible en los años duros de la crisis. Probablemente ni se pretendió. O no interesaba, obsesionados como se mostraban algunos por dar muerte definitiva al estado de bienestar. Como origen de los males, que no lo era. Desde la parte política, con Zapatero y con Rajoy, no hubo voluntad de negociación y acuerdo en esa grave situación. Consideraron suficiente y menos problemático para el ejercicio del poder somerterse al "mandato externo" del Banco Central Europeo, la Comisión y el FMI. Colocados ahora, al fin, en "la senda de la concertación", por recoger un concepto que expresaron tanto los representantes sindicales como el presidente del Gobierno en la firma sobre el SMI, hay otras tareas urgentes pendientes. El futuro de las pensiones supone ya una cuestión de preocupación y alarma social que requiere una respuesta concertada que transmita seguridad y asegure su aplicación, sea cual sea el color del gobierno de turno. No debería aplazarse esta negociación. No sirve como pretexto la ausencia de mayorías parlamentarias definidas.No parece que vaya a cambiar esa circunstancia. Hay otros acuerdos pendientes en materia de políticas sociales, de productividad y de capacitación de una economía competitiva que implican necesariamente a patronal, trabajadores y líneas de política económica de los gobiernos central y autonómicos. Es necesario, como recordaba el profesor Antón Costas, un nuevo pacto social. Y es necesario transmitir el mensaje de que hay voluntad de concertar.

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