Dejar el coche aparcado en línea amarilla para hacer un recado, volver a los cinco minutos y no encontrarlo. Son muchos los conductores que han vivido este mal trago tras tentar a la suerte bajo la premisa tan gallega —y de moda por un conocido spot publicitario— del malo será. Pasado el disgusto inicial, y tras unos cuantos exabruptos dirigidos al servicio de grúa municipal, llega el momento de echar cuentas, que variarán enormemente dependiendo de qué ciudad se trate.
En Galicia, a algunos no les saldrán los cálculos si han cometido la infracción en Vigo, una de las urbes con la tasa de retirada de vehículos más altas de España. Por un coche de modelo medio —de entre 1.100 y 2.500 kilos— deben pagarse 133,40 euros además de la correspondiente multa por mal aparcamiento, con lo que el despiste ya ronda los 200 euros. La sanción económica no es necesario abonarla al momento, pero sin el pago de la retirada no hay coche. Y por cada día que pase en el depósito de la avenida de Madrid se sumarán 10 euros a una factura que muchos preferirán ver de reojo.
También deberán rascarse el bolsillo quienes les haya llevado el coche la grúa en Pontevedra. Son 115 euros por sacarlo de las instalaciones, y la falta de diligencia se paga con 15 euros por cada día que el vehículo permanezca en ellas.
Los pontevedreses deberán rascarse el bolsillo si la grúa se lleva su coche: 115 euros
En A Coruña el importe de la retirada no alcanza los tres dígitos: 98,87 euros, una cuantía similar a la media de las ciudades españolas (de 97 euros, mientras que la gallega es de 94). Lo que se dispara es el coste por día en el depósito, 31,36 euros, la segunda más cara del Estado por detrás de San Sebastián. Esto hace que si alguien deja abandonado su coche en las instalaciones del Martinete —por ejemplo mientras reúne los casi 100 euros de retirada— tenga que abonar otros 220 euros por el servicio de garaje, aunque el depósito ni siquiera resguarda los vehículos de los elementos meteorológicos.
El resto de urbes gallegas se encuentran bastante parejas en esta tasa, y en las cuatro recoger un coche que se llevó la grúa oscila en una franja de entre 70 y 80 euros. En Ourense son algo más, 82,50, y 7,85 por cada día que el vehículo pase en el depósito, mientras que en Lugo la retirada sale por 78 euros, uno más que en Ferrol. Hay algo más de diferencia en la tarifa por cada jornada que el coche pase en las instalaciones municipales: 9,50 euros en la ciudad de la muralla y 7 en la departamental.
En caso de aparcar mal, donde menos se desinflará la cartera es en Santiago, que presenta las tasas más bajas de la comunidad tanto por la recogida del vehículo (73,65 euros) como por cada día que este se encuentre confiscado en el depósito de Amio (5,20 euros). Todas las ciudades gallegas mantienen este año sus tarifas de grúa invariables respecto a 2016, en un mapa estatal de contrastes en el que Zaragoza es la urbe con la tasa de retirada más cara (180 euros) y Zamora la más barata (30).
SOLO EL ENGANCHE. A los infractores que regresan a su coche justo cuando los operarios lo están cargando en la grúa para llevárselo se les cobrará en las urbes gallegas el 50% de la tarifa de recogida. De lo que es difícil librarse es de la sanción por mal aparcamiento. Aquí es Vigo la que tiene las multas más baratas (42 euros). En el resto oscilan entre 60 (en Santiago de Compostela, A Coruña y Ourense) y los 100 euros de Pontevedra.
