Los carburantes se resisten a dar un buen respiro al bolsillo de los conductores. Ya han pasado más de dos años desde que iniciaron la escalada que llevó el litro a superar los dos euros tras la detonación de la guerra en Ucrania y, aunque ahora están en niveles más bajos que ese pico, los precios siguen muy altos. Y, en el caso de la gasolina, en una clara tendencia alcista. En Galicia marca su importe más alto desde inicios de octubre al dispensarse a una media de 1,69 euros el litro.
Con respecto a principios de año, está un 10% más caro. En dinero, esto supone que llenar un depósito medio de 55 litros con gasolina cuesta 8,8 euros más que entonces, unos 93 euros. Solo en el último mes, el combustible que mueve a más de 10 millones de turismos en España —en torno al 39% del parque— ha subido un 3%.
Con el diésel no se observa el mismo comportamiento. De hecho, su precio muestra un ligera tendencia a la baja en los últimos diez días. En la comunidad se vende a una media de 1,56 euros el litro, según se desprende de los datos que más de 700 estaciones de servicio facilitan al Ministerio para la Transición Ecológica. Con esa cotización, llenar el mismo depósito de 55 litros sale por cerca de 86 euros, unos 3 más que a inicios de año, de acuerdo con la estadística de productos petrolíferos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.
Coches a gasóleo
Aunque sigue caro, la presión no va a más en estos momentos para los dueños de los aproximadamente 14 millones de coches a gasóleo que circulan por el país, el 54% del parque tras ir pendiendo peso en los últimos tiempos.
En cualquier caso, los precios varían considerablemente de unas estaciones de servicio a otras, por lo que la elección influye en la factura final. En un escenario de precios altos, las gasolineras ‘low cost’ tienen más imán para los consumidores al ofrecer las mejores ofertas, y puede que muchos hayan superado el recelo a repostar en ellas por las dudas sobre si el carburante es malo o puede dañar el motor. El combustible es el mismo, la diferencia está en los aditivos que las grandes operadoras añaden.
Estos días, los surtidores con el diésel más económico de Galicia los tienen precisamente Superfuel en Cambre (1,349 euros), Baratoil en Barro y Plenoil en la PO-531 en Vilanova de Arousa (1,357 euros en ambos casos). Los más caros son los de Repsol y BP en Sanxenxo, con 1,68 euros.
En el caso de la gasolina, los datos del ministerio señalan como la estación más barata la de Plenoil en Vilanova de Arousa (1,445 euros), mientras que la opción más costosa es la de Cepsa en A Escravitude, en Padrón (1,829).
