El control de esta patología ocular es clave a la hora de mejorar la calidad de vida de los niños

Óptica y Audiología Martínez, especialista en la detección precoz de la miopía en niños

La miopía se considera una patología ocular partir de 6 dioptrías, que incrementa la incidencia de problemas graves de salud ocular y siendo esta incidencia mayor cuanto más dioptrías se tengan. Óptica y Audiología Martínez (calle Oliva 28 de Pontevedra) está especializada en la detección precoz y la adopción de medidas para frenar el avance de la miopía en los más pequeños desde 2004, acumulando una gran experiencia.

Actualmente existen varios tratamientos para, una vez detectado el problema, aportar la mejor solución en cada caso. El objetivo de los especialistas de Óptica y Audiología Martínez es conseguir frenar o reducir de forma muy importante, por encima de un 50%, el aumento de dioptrías en cada uno de sus pacientes.

Lo más novedoso actualmente para hacer frente a la miopía, es el tratamiento mediante gafas con lentes especiales de desenfoque periférico, que, además de corregir el problema de visión también frenan su avance.

Óptica y Audiología Martínez resalta que uno de los métodos con mejores resultados y que ofrece la mayor comodidad al niño, es el uso de lentillas de ortoqueratología. Se trata de lentes de contacto de porte nocturno, que una vez retiradas por la mañana permiten al paciente ver perfectamente a lo largo de todo el día sin tener que llevar absolutamente nada en los ojos.

Lo habitual es realizar una primera revisión ocular en los niños a los tres o cuatro años (siempre que no se haya detectado algún posible problema con anterioridad), manteniendo un control habitual en la familia y el colegio

"Nuestro consejo siempre es que se apueste por esta opción, ya que la calidad de vida del niño es muchísimo mayor al poder hacer vida normal, jugar, ir a la playa o a la piscina y todo tipo de actividades habituales, sin nada que le condicione", explica Cristina Domínguez, destacando, además, la gran eficacia que tiene a la hora de contener el avance de la miopía.

Otras dos alternativas que explican desde la óptica, son el uso de lentillas blandas de uso diurno o el de un colirio de atropina en gotas que se aplica por las noches, aunque este último es un tratamiento farmacológico que debe ser indicado y recetado por un oftalmólogo.

Lo habitual es realizar una primera revisión ocular en los niños a los tres o cuatro años (siempre que no se haya detectado algún posible problema con anterioridad), manteniendo un control habitual en la familia y el colegio, para, a partir de los seis años, realizar revisiones anuales, ya que la detección precoz de la miopía es fundamental para frenar su avance.

En una gran parte de los casos, los niños llegan a los especialistas de Óptica y Audiología Martínez por las alertas de los profesores, a otros los detectan los padres (en especial cuando los pequeños no leen bien los carteles en la calle) y la mayor parte en controles rutinarios.

La especialista Cristina Domínguez señala que si los padres son miopes, existen muchas más posibilidades de que sus hijos también lo acaben siendo

En lo que se refiere a las lentillas, en Óptica y Audiología Martínez tranquilizan totalmente a los padres. "No deben preocuparse, trabajamos con niños de seis o siete años, que con las pautas adecuadas, se ponen y sacan las lentillas con total normalidad", señala Cristina Domínguez. En este sentido, su consejo es aprovechar las ventajas que ofrecen las lentes de contacto de ortoqueratología, de uso nocturno.

Sobre las causas de la aparición de la miopía, la especialista resalta que si los padres son miopes, existen muchas más posibilidades de que sus hijos también lo acaben siendo. Concretamente, por cada padre con esta patología, aumenta un 25% las posibilidades de que sus hijos la hereden. En los casos con los dos progenitores miopes, la probabilidad de que el pequeño también lo sea es superior al 50%.

A ello se añaden factores ambientales como las tareas de cerca como el estudio o el uso de pantallas, de modo que desde Óptica y audiología Martínez se aconseja que, al menos las actividades de ocio, no sean de visión próxima.

Lo ideal sería que los niños pudieran pasar varias horas al día al aire libre, ya que la luz solar es el mayor factor de prevención contra el aumento de la miopía.

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