Casado libra la batalla de cerrar heridas y empezar a dar cabida a los perdedores

El nuevo presidente de los populares asegura que promoverá la integración y la unidad: "Confío en que sea fácil"

Pablo Casado, este sábado en el congreso del PP. JUAN CARLOS HIDALGO (EFE)
photo_camera Pablo Casado, este sábado en el congreso del PP. JUAN CARLOS HIDALGO (EFE)

El recién elegido presidente del PP, Pablo Casado, afronta ahora el reto de cerrar heridas tras una campaña convulsa y de integrar a las personas que le proponga la candidata vencida, Soraya Sáenz de Santamaría, con la que espera llegar a un acuerdo la semana que viene. 

Casado insistió en enviar un mensaje de tranquilidad y asegurar que promoverá la "integración" y la unidad. Algo que —subrayó— confía en que sea fácil. La idea, apuntan en su equipo, es descansar este fin de semana —Casado se va a Alicante a ver a sus dos hijos— y concertar cuanto antes una conversación con la exvicepresidenta del Gobierno. 

COMITÉ EJECUTIVO. Todo con la intención de celebrar a lo largo de la semana que viene la primera reunión del nuevo comité ejecutivo nacional del partido que apruebe el organigrama e integre a los dirigentes del equipo perdedor. 

A Casado, que según contó acumulaba unos 1.400 mensajes en su teléfono, le quedan muchas llamadas por hacer para cerrar una estructura en la que, prometió, van a caber todos. 

Y en la que por ahora ya están muy bien representados los que concurrieron en la primera vuelta, o sus colaboradores, como es el caso de los exministros que apoyaron a María Dolores de Cospedal. 

Dirigentes de una y otra candidatura aseguraron a lo largo de toda la jornada de este sábado —antes y después de la votación—, que tanto el nuevo líder como su rival serán responsables, como este viernes les pidió Mariano Rajoy, y sabrán superar esta fase de integración sin abrir más grietas. 

Otra cosa es, admite un colaborador de Sáenz de Santamaría, ver qué miembros del equipo de la candidata están dispuestos ahora a irse a esa nueva dirección en la que van a estar en clara minoría frente a los incondicionales del líder, los que aporta Cospedal y otros cargos que en ningún caso estaban del lado de su candidata. 

INCÓMODOS. "Tienen que integrarse, pero a lo mejor no se sienten cómodos", admite en este sentido un colaborador de Casado. 

Pero según otra dirigente de la candidatura ganadora, "Pablo es odiosamente conciliador" y aunque algunos de los suyos le recomienden ser más duro no parará hasta que convenza a los de Santamaría para unirse a su equipo.

Otra de las cuestiones que se plantea ahora es si el resultado afecta a los dirigentes territoriales que se pusieron del lado de la exvicepresidenta del Ejecutivo. 

Casado negaba esta tesis en su discurso de cierre al pedir a todos que nadie pregunte quién ha votado a quién. Y hablando de territorios subrayaba, en una conversación informal, que él no va a tener problemas, por ejemplo, con el presidente del PP andaluz, Juanma Moreno, con el que siempre ha tenido una estrecha relación aunque sea de los hombres de confianza de Santamaría. 

Aunque sí sugería un colaborador de Casado que Moreno tendrá ahora que consensuar con el líder su lista para las autonómicas. 

Y del mismo modo, un estrecho colaborador de Santamaría advertía de que no puede haber fuertes ajustes de cuentas porque Casado sabe que en muchos territorios los apoyos que ha recibido no eran de origen suyos, pero le apoyaban por ser contrarios a la candidata.

En el equipo de Sáenz de Santamaría también se van a tomar un descanso al menos hasta mañana antes de hablar de integración. 

DERROTA INESPERADA. Fuentes de este grupo aseguraban que tras finalizar el congreso ha sido la propia candidata la que ha estado animando a los suyos, tocados por una derrota que no esperaban. 

No se atreven a aventurar los "sorayos" si el discurso de su candidata, menos apasionado que el de Casado, pudo influir en la decisión de los indecisos. 

Admiten, en cualquier caso, que la victoria de Casado ha sido incontestable, pero también lamentan que buena parte se deba al "todos contra Soraya" que creen que ha promovido el nuevo líder y su principal valedora en la segunda ronda y eterna enemiga de la exvicepresidenta: Cospedal.

Casado incluye a cuatro exministros en su equipo
La victoria de Pablo Casado en el congreso del PP, con un 57% de los votos, da entrada a un nuevo equipo en dos de los principales órganos del partido, el comité ejecutivo nacional y la junta directiva nacional. En el primero incluyó a su director de campaña, Teodoro García Egea, a los hasta ahora vicesecretarios Javier Maroto y Andrea Levy y a cuatro exministros que apoyaron en la primera vuelta de las primarias a María Dolores de Cospedal.

Junta directiva nacional. En la junta directiva están el exsecretario de Estado de Defensa, Agustín Conde; el exdirector general de la Policía Nacional, Ignacio Cosidó; el exdiputado autonómico en Andalucía, Miguel Ángel Ruiz o el líder del PP en Barcelona, Alberto Fernández Díaz, entre otros.

Secretaría general. Casado confirmó que no hacía pública la estructura de la dirección ni ponía nombre a ningún cargo, incluida la secretaría general porque tiene pendientes negociacoines con Sáenz de Santamaría.

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