Madrid ampliará a los recreos la limitación del uso del móvil en los centros educativos

Adolescentes con sus móviles. ARCHIVO
photo_camera Adolescentes con sus móviles. ARCHIVO

La Comunidad de Madrid ampliará a los recreos la limitación del uso de los teléfonos móviles a partir del curso 2020-2021, según avanzaron fuentes de la Consejería de Educación y Juventud. La iniciativa, que requiere la modificación del decreto de convivencia de 2019, complementa la prohibición del uso del móvil en las aulas anunciada en el pasado diciembre por el Gobierno autonómico.

Los centros, dentro de su autonomía y su capacidad de gestión, serán los encargados de determinar cómo aplicar esta medida. Entre otras posibilidades, pueden optar por taquillas para depositar los móviles, dejar los dispositivos en el aula cuando los alumnos estén en el recreo, apagar el móvil al entrar en el colegio o establecer sanciones por usarlo cuando esté prohibido.

La modificación del decreto de convivencia se llevará al Consejo Escolar y, posteriormente, será aprobada por el Consejo de Gobierno.

Desde el comienzo de esta legislatura, la Comunidad de Madrid trabaja en la limitación del uso de los teléfonos móviles en los centros educativos, excepto en aquellos casos en los que el uso esté expresamente previsto en el proyecto educativo y con fines didácticos y para alumnos que los necesiten por razones de salud o discapacidad.

Los centros educativos decidirán cómo aplicar la medida

Según el Instituto Nacional de Estadística (Ine), la mitad de los niños de 11 años tiene teléfono móvil, el 75 por ciento de los de 12 años y el 94 por ciento a partir de los 15 años.

El estudio Seguridad y privacidad en el uso de los servicios móviles por los menores españoles, realizado por el Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación (Inteco) y la empresa de telecomunicaciones Orange, revela que el 88,6% de los encuestados admitía realizar fotografías con su teléfono y un 48% las enviaba a sus contactos.

Además, un 11,5% ha accedido a imágenes de peleas con personas del entorno. Este fenómeno de grabar agresiones entre menores y colgarlas luego en internet recibe el nombre de happy slapping.

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