Podemos tiende la mano al PSOE, que no cierra la puerta a Ciudadanos

Después de las elecciones, empiezan a mascullarse los pactos para formar Gobierno

Pedro Sánchez celebrando la victoria del PSOE JUANJO MARTÍN
photo_camera Pedro Sánchez celebrando la victoria del PSOE JUANJO MARTÍN

Los pactos poselectorales empiezan a mascullarse después de las elecciones de este domingo. La victoria de Pedro Sánchez con 123 diputados le deja la mano abierta para estrecharla a Ciudadanos o Podemos. 

La formación naranja sentó una base sólida en la precampaña con la que quiso mandar un mensaje claro a su electorado: poner un cordón sanitario ya que Albert Rivera y los suyos consideraban que el pacto alcanzado por los socialistas con los independentistas catalanes para que lo apoyasen en la moción de censura era inaceptable. De esta forma, movilizó a los votantes conservadores de la derecha que se habían cansado de la corrupción del PP y a la que tampoco convencía la deriva de los populares y mucho menos de Vox. La estrategia salió bien al partido de Albert Rivera, que vio como pasaba de 32 a 57 diputados.

En Podemos, a pesar de haber perdido casi treinta escaños (han pasado de 71 a 42), la paradoja es que tienen la posibilidad de entrar en el Gobierno. Pablo Iglesias nunca escondió durante la campaña su intención de formar parte de un Ejecutivo liderado por los socialistas. Esta vez el sorpasso al PSOE no fue mencionado ni de lado ya que la formación morada no auguraba unos buenos resultados que al final han sido incluso mejores debido a una campaña en la que parecen que han conquistado a algún que otro elector.

El PSOE sumaría con Ciudadanos los suficientes diputados como para formar Gobierno, aunque el pacto no parece fácil pues Rivera daba este domingo por hecho que formaría parte de la oposición. La otra alternativa, la de Podemos, parece más abierta con la ayuda de los nacionalistas. En eso también le salió bien la noche a Pedro Sánchez ya que esta vez no necesita de los votos de los partidos independentistas catalanes para convertirse en presidente del Gobierno, algo que lo libera de la necesidad de negociar una salida al conflicto en Cataluña en forma de referéndum. Parte del electorado socialista no está dispuesto a hablar de que los catalanes voten sobre su futuro.

Ferraz le envió este domingo durante la celebración de los resultados un mensaje a su líder: "Con Rivera, no". Aunque Pedro Sánchez no pareció recibir el mensaje con claridad: "Nosotros no ponemos cordones sanitarios".

La opción de gobernar en minoría
La presidenta del PSOE, Cristina Narbona, ha afirmado este lunes que su partido no descarta gobernar en minoría después de su triunfo en las elecciones generales, en las que ha logrado 123 escaños, si bien ha apuntado que "no hay ninguna prisa" a la hora de tomar decisiones sobre las posibles opciones.

Narbona, en declaraciones en RNE, ha subrayado que España necesita "un gobierno fuerte" y "un horizonte de estabilidad" para acometer los desafíos que hay por delante, sin dar pistas de si el líder del PSOE, Pedro Sánchez, se inclinará por un gobierno con Unidas Podemos o por buscar el apoyo de Ciudadanos.

"No cabe descartar en estos momentos ninguna opción. No hay ninguna prisa en el sentido de tomar ni hoy, ni mañana, ninguna decisión", ha dicho la dirigente socialista.

Según Narbona, "la mejor opción es tener un gobierno fuerte, que pueda llevar adelante el programa electoral" con un amplio consenso con otras fuerzas.

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