Portugal prohíbe los desplazamientos entre municipios el fin de semana de Difuntos

El objetivo es que "el dolor del luto" no acabe con el distanciamiento social
Un hombre con mascarilla pasea por Lisboa. EUROPA PRESS
photo_camera Un hombre con mascarilla pasea por Lisboa. EUROPA PRESS

El Gobierno luso ha prohibido la circulación entre municipios durante el fin de semana del 1 de noviembre, para evitar que "el dolor del luto" de las familias acabe con el distanciamiento social, y ha marcado el próximo día 2 como jornada de luto nacional por las muertes causadas por coronavirus.

Las medidas han sido aprobadas este jueves en Consejo de Ministros y anunciadas en un día en el que Portugal bate otro récord de contagios: 3.270 nuevos casos y 16 muertos, que elevan el total de positivos a 109.541 desde el inicio de la pandemia que ha dejado 2.245 víctimas mortales en el país.

Ante estas cifras, el Gobierno de António Costa aprieta las reglas durante un fin de semana considerado sensible por la conmemoración de Todos los Santos. "Es un periodo de luto donde es difícil cumplir las reglas", ha explicado en rueda de prensa la ministra de Presidencia, Mariana Vieira da Silva, quien ha apuntado que se busca evitar reuniones en cementerios, donde "el dolor del luto" y las "emociones fuertes" complican mantener la distancia, incluso entre familiares.

Por eso estará prohibido circular entre municipios de Portugal continental desde las 00.00 horas del día 30 de octubre hasta las 23.59 horas del día 3 de noviembre, un martes. Que se extienda hasta el martes resulta llamativo, puesto que el calendario luso no pasa el festivo del día 1, domingo, al lunes, con lo que no hay puente en el país.

La restricción de circulación para Todos los Santos es una medida similar a la adoptada en Pascua, cuando también se prohibió salir del municipio de residencia para limitar la posibilidad de reuniones, igualmente de carácter eminentemente familiar.

Junto con esta limitación, el gabinete de António Costa ha aprobado declarar el día 2 como jornada de luto nacional por las más de 2.200 muertes causadas por coronavirus desde que comenzó la pandemia.

Asimismo, se han decretado restricciones específicas que asemejan al confinamiento para tres municipios en los que los contagios están aumentando significativamente, todos en el norte del país: Felgueiras, Lousada y Paços de Ferreira.

Los alrededor de 113.000 habitantes de estas zonas tendrán desde la próxima medianoche "deber de permanencia" en sus domicilios, salvo para ir a trabajar o al colegio, y siempre que sea posible tendrán que teletrabajar.

Todos los establecimientos cerrarán a las 22.00 y están suspendidas visitas a residencias de ancianos y funcionamiento de centros de día de mayores, además de ferias y mercados.

Con todo, el Gobierno niega que se trate de un cerco sanitario porque los desplazamientos están permitidos, ha explicado la ministra de Presidencia.

Mientras, en el resto de Portugal sigue vigente el estado de calamidad, que determina la prohibición de reunión de más de 5 personas en calles o restaurantes, mientras el Ejecutivo se prepara para, con respaldo del Parlamento, obligar al uso de mascarillas en la calle.

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