El primero de los encuentros de Xacobeo Peregrinas ha arrancado este sábado en el Centro Internacional de Acogida al Peregrino con la presencia de mujeres destacadas en los ámbitos de la política, la escritura, la ciencia y la cocina.
Conducido por la presentadora María Solar, en la primera parte han intervenido la conselleira de Empleo e Igualdad, María Jesús Lorenzana, y la directora de Turismo de Galicia, Nava Castro. Lorenzana ha descrito la histórica ruta de peregrinación como "feminista per se", mientras que Castro ha augurado más buenas noticias para el Camino, como la habida en la apertura de la puerta santa, cuando se anunció que el Xacobeo duraría un año más, todo el 2022.
La autora Espido Freire, cuyos padres son gallegos y que es una fan confesa del fenómeno jacobeo, ha contado como sus raíces le han permitido una forma de enfrentarse al mundo "genuinamente" de aquí, de esta tierra. Junto a ella, la catedrática María José Alonso, oriunda de León, ha compartido que siendo una adolescente acompañó a sus tíos, que querían ganarse el jubileo, y que en esos tres días que pasó en Compostela supo que quería estudiar Farmacia en esa ciudad, en la que se quedó y donde lleva décadas.
La restauradora compostelana Lucía Freitas, que tiene una estrella Michelin, ha desvelado que se marchó con 19 y a los 27 le dio la "morriña" y regresó, para montar dos restaurantes. Sus estadías en Nueva York y en Japón, país este último con el que ve "grandes conexiones", abrieron sus miras, reflexión que compartió Alonso y que llevó más allá, pues abogó por la conveniencia de trabajar con hombres y mujeres, y personas de diferentes países en general. "Eso nos abre las mentes y nos hace más creativos", ha defendido.
Espido ha recogido también el guante lanzado por Freitas, con su experiencia, para ahondar en que "hay un valor en dejar lo conocido y un valor en regresar". Alonso ha desvelado que cuando llegó a Santiago solamente había viajado a Bilbao, Girona y Madrid, donde tenía familia, algo que pudo cambiar con el tiempo, para hoy concluir que "viajar haciendo coincidir el trabajo y el placer es algo maravilloso".
Buscando conexiones entre unas y otras, precisamente a Alonso le encanta la cocina, pero como su marido es científico como ella, a veces la pregunta es si ha "alcanzado el punto de ebullición". "Pensamos en ciencia cuando estamos cocinando", ha desvelado. Lucía ha regalado a todas ellas una tapa de empanada líquida, propuesta con la que antes de la pandemia triunfó en Madrid, con cuatro mil raciones.
En la crisis sanitaria ella ha apostado por la elaboración de turrones artesanales, que vendió en diferentes partes del mundo; por bombones, en San Valentín, y, aparte, ha creado una nueva línea de helados y otra de comida más ágil. Ella, que siempre soñó con una bocatería y que se define como una "loca optimista", quiere, en el futuro, mantener todas estas vías abiertas. Aguarda que este verano empiece a verse "más movimiento".
Espido, que pasó el confinamiento en Madrid sola con sus tres felinos, y la única de las tres que hizo el Camino, espera volver a viajar, volver a disfrutar del moverse con libertad, sin descuidar a los más vulnerables porque si este virus ha demostrado algo es que "somos tan fuertes como el más débil de nosotros".
María José Alonso no es una "loca" cariñosamente hablando como Lucía, o sí, porque ha comentado que "en investigación si no eres positivo, estás un poco perdido", razón por la que son expertos en "resiliencia". "Pronto tendremos una vida relativamente normal", ha dejado caer, y algunos de los hábitos adquiridos, en su opinión, "será bueno mantenerlos". María José, que disfruta muchísimo comiendo con amigos, está deseando sentarse a la mesa con algo preparado por Lucía.
La paratriatleta Susana Rodríguez, que ha dejado un vídeo, es, si cabe, la más optimista de todo el conjunto, pues cuando nadie creía en ella, ella sí. Triple campeona del mundo en triatlón y médico, su sueño pendiente ahora es hacer el Camino.
