Dos céntimos que alivian

Vaca. JOSÉ Mª ÁLVEZ

El año cierra con una leve subida del precio de la leche para las granjas gallegas, pero sigue 6 céntimos por litro por debajo de la media de la UE

Una pequeña subida de los precios de la leche después de un par de años muy difíciles para los productores es lo que deja este 2017 a las explotaciones gallegas. El aumento no es como para tirar cohetes, pues apenas llegará a los dos céntimos de media por litro en doce meses pero, tras un 2015 y un 2016 marcados por las caídas que desató el fin del sistema de cuotas, se agradece. Da, al menos, un poco de oxígeno a unas granjas que siguen siendo las peor pagadas de toda España y que tendrían que cobrar seis céntimos más por litro para alcanzar la media de la Unión Europea.

Los 31,7 que pagaron de media las industrias en Galicia por las entregas de octubre suponen el importe más alto desde finales de 2014, pero eso no significa que la crisis de precios que comenzó a gestarse hace ya tres años haya pasado y las granjas tengan asegurada su rentabilidad.

Y, pese a que la evolución de las cotizaciones de productos industriales como la mantequilla o la leche en polvo en los mercados mundiales dieron durante este año alas a una importante subida de los precios de la leche, la recuperación ha sido en Galicia bastante menos intensa que en el conjunto de la Unión Europea. Para ver la brecha con otros países del viejo continente basta con analizar la evolución de los precios al ganadero desde enero para observar que, mientras  en la comunidad hubo una subida para él de apenas un 6,4 por ciento, en Irlanda, Alemania, Holanda o Dinamarca osciló entre el 10 y el 20%, contribuyendo a que el importe medio en la UE se sitúe ahora en los 37,5 céntimos.

Aún no es el nivel que la propia Comisión Europea reconoció hace unos meses que debería alcanzar la materia prima por la situación del mercado: 40,6 céntimos por litro si la industria repercutiese al productor las cotizaciones alcanzadas por la mantequilla y la leche desnatada en polvo. En ese caso, las explotaciones gallegas pasarían a cobrar 11 céntimos más.

Lejos de esa situación, los puntos débiles del sector en la comunidad seguirán siendo un año más la ausencia de unas relaciones en pie de igualdad entre ganaderos y empresas de recogida y la baja apuesta de la industria por la elaboración de derivados que aporten mayor valor añadido a la leche.