Galicia aspira a duplicar el empleo en la eólica marina en 4 años

El metal gallego se consolida como fabricante de componentes y tecnología para una fuente renovable que está llamada a encabezar la generación de energía en el horizonte de 2040
 
El parque desarrollado por Iberdrola en Alemania con componentes de Navantia y Windar. EP
photo_camera Parque eólico desarrollado por Iberdrola en Alemania con componentes de Navantia y Windar. EP

Duplicar los 800 empleos directos que hoy sostiene la industria eólica marina en Galicia en cuatro años es el objetivo del Galician Offshore Energy Group (GOE), una alianza con 40 integrantes, entre los cuales figuran compañías del metal —como los astilleros Metalships&Docks, Cardama, Nodosa y Navantia—, el Centro Tecnológico Aimen, Iberdrola y la asturiana Windar. 

Con las gradas de Fene convertidas por Navantia y Windar en un polo de construcción de las plataformas para sostener aerogeneradores, con la firma este mes de otro contrato con Iberdrola para suministrar 62 jackets para un parque en la Bretaña francesa, Galicia quiere aprovechar el tirón. Solo en Europa, en 2019 se conectaron 502 nuevos aerogeneradores marinos a la red en diez proyectos, lo que supuso sumar al sistema eléctrico 3.627 megavatios (MW) de capacidad. Según el último informe de la patronal WindEurope, al cierre del pasado año había 5.047 turbinas suministrando electricidad en 12 países, totalizando 22.072 MW. 

Con un parque de potencia renovable de 54.457 MW en el que reina la eólica terrestre, en España solo opera una plataforma marina, un prototipo de 5 MW ubicado a 1,3 millas náuticas de Gran Canaria. Pero el foco sigue en el archipiélago, pues la coruñesa Greenalia se dispone a levantar un parque de 50 MW, con cuatro molinos y un presupuesto de 114 millones de euros. La electricidad, que se evacuará con cable submarino, abastecerá a más de 70.000 hogares y evitará emisiones de CO2 equivalentes a "más de 90.000 automóviles en un año".  

La Agencia Internacional de la Energía ve potencial para que la eólica marina se convierta en la principal fuente de electricidad en 2040

Ante una tecnología a la que la Agencia Internacional de la Energía ve potencial para convertirse en la principal fuente de electricidad en 2040 en Europa, la patronal gallega del metal, Asime, apuesta por no perder este tren. Por eso, el GOE pone de relieve la capacidad de la industria gallega para abordar la construcción de las fundaciones y torres eólicas, para convertir buques para trabajos de exploración, perforación, instalación y mantenimiento de los parques y los conocimientos en diseño e ingeniería. 

Ante una industria que ya sostiene 800 puestos directos y 400 indirectos, el secretario general de Asime, Enrique Mallón, augura que Galicia tiene músculo para "duplicar los empleos directos en los próximos cuatro años". Como miembros de WindEurope, la alianza gallega acudió en 2019 a las principales ferias, en Bilbao y Copenhague, donde quedó de manifiesto que la industria autonómica es "tremendamente competitiva" al aunar la experiencia en construcción y reparación naval, eólica terrestre y la industria offshore de las plataformas petrolíferas, buques de apoyo y de perforación.  

En España, la eólica marina flotante aspira a eclosionar, mientras países como Holanda ya proyectan generar hidrógeno verde utilizando la electricidad de un megaparque marino de 3.000 MW. En el Plan Nacional de Energía y Clima 2021-2030, el Gobierno contempla convocar subastas de potencia y ha iniciado una consulta pública para trazar la hoja de ruta para desarrollar esta fuente. En su favor juega que los costes han bajado con el desarrollo tecnológico. Este último factor permite, además, acceder a emplazamientos cada vez más apartados del litoral y con buen recurso, llegando superar las 4.000 horas de viento al año.

Con 600 empresas y más de 67.000 trabajadores, el metal gallego tiene un filón en esta tecnología, que la Comisión Europea va a impulsar
 

Con el ejemplo cercano de Viana do Castelo —que va a acoger un parque flotante semisumergible impulsado por EDP y Repsol con estructuras desarrolladas en Ferrol—, Galicia también sondea el potencial del mar. Mientras el GOE defiende la implantación de una o dos explotaciones "sin impacto visual y sin afectación al espacio marino", Mallón confirma que hay interés. "Ahora debemos apoyar todos la regulación normativa clara de su instalación y las condiciones. Habrá buenas noticias próximamente. Tenemos un gran recurso eólico", remarca el portavoz de Asime, que ve "perfectamente factible" compatibilizarlo con los intereses pesqueros. "Los parques se instalan de forma muy estudiada, tratando de minimizar cualquier impacto. Además, en el 60% de la extensión marítima no se pueden instalar estas granjas eólicas por razones de conservación de las pesquerías, biodiversidad y asuntos militares", constata Mallón.

En 2009, el estudio estratégico ambiental que el Gobierno de Zapatero desarrolló para sondear la instalación de aerogeneradores marinos, declarando hábil el 75% de la costa gallega, chocó con el rechazo del Parlamento gallego, que denunció la invasión de competencias. En 2016, el Supremo tumbó este argumento.

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