El acusado de prostituir a una joven en Vigo y Santiago no ingresará en prisión 

Pactó con la Fiscalía no entrar en la cárcel mientras no quebrante la orden de alejamiento de la víctima ni cometa un delito grave ► Controlaba, junto a otras dos personas, los pases que realizaba la chica y le exigían que les entregase la totalidad del dinero que obtenía

Sede compostelana de la Audiencia Provincial de A Coruña. GOOGLE MAPS
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El hombre acusado de obligar a prostituir y de retener ilegalmente a una joven, en pisos de Vigo y Santiago de Compostela, ha alcanzado un acuerdo con el Ministerio Público por el que acepta una pena de dos años cárcel y una multa de 2.400 euros. De este modo, no ingresará en prisión si no quebranta la orden de alejamiento con la víctima ni comete un delito grave. 

Finalmente, la Fiscalía retiró la acusación de retención ilegal luego de la vista celebrada el pasado año contra otras dos personas encausadas por estos hechos, que aceptaron también una condena de dos años de prisión por un delito de prostitución luego de que el Ministerio Público retirase el de retención ilegal al concluir que la víctima tenía libertad para comunicarse y abandonar la vivienda de forma puntual. 

En la vista celebrada este miércoles en la Audiencia Provincial de A Coruña en su sección sexta en Santiago, el acusado, R.M.P., que se enfrentaba a peticiones de cuatro y seis años de cárcel por los citados delitos, reconoció que obligó prostituirse a una joven ourensana. 

Así, este hombre acepta una pena de dos de cárcel y el pago de una indemnización de 2.400 euros a la víctima, a la que no podrá acercarse a menos de 200 metros ni comunicarse con ella por un período de cinco años. De este modo, R.M.P. no ingresará en prisión a no ser que quebrante la orden de alejamiento o cometa un delito grave en los próximos tiempos.

HECHOS. Los hechos se remontan al año 2012, cuando la víctima (mayor de edad) abandonó su hogar en Ourense por desavenencias con su familia. Los tres condenados convencieron a la joven para que se quedase en su piso, primero en Santiago y luego en Vigo, donde desde agosto de ese mismo año ejercía la prostitución con el compromiso de repartir los ingresos entre los cuatro. 

No la dejaban salir del domicilio sin la compañía de alguno de ellos y solo le permitían realizar llamadas en su presencia

Sin embargo, según el escrito de Fiscalía, a pesar de lo que le habían propuesto inicialmente, los tres condenados le exigían que les entregase la totalidad del dinero que obtenía y controlaban "los pases que realizaba". Además, no la dejaban salir del domicilio sin la compañía de alguno de ellos y solo le permitían realizar llamadas en su presencia. 

La joven les manifestó su intención de abandonar el domicilio y dejar de ejercer la prostitución, pero los acusados respondieron con "actitud claramente atemorizante", llegando a exhibir ante ella "una pistola". Las amenazas "eran tomadas en serio por la perjudicada", que conocía "el carácter violento de los acusados", al haber presenciado en alguna ocasión "la violencia con la que actuaban"

Así consta que a finales de 2012, cuando se enteraron de que la joven se había puesto en contacto con su exnovio, los acusados, en el Bar H. de Ourense, lo agredieron y lo amenazaron con "un palo". Después, le contaron a la joven los hechos, para que "depusiera cualquier intención que tuviera de abandonar el domicilio o contactar con terceras personas". 

La situación se mantuvo en el tiempo hasta que la víctima, el 13 de febrero de 2013, pudo acudir al funeral de su padre y quedarse en su domicilio en Ourense, en donde relató a su madre lo sucedido. 

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