Las tres claves para cumplir los plazos del Ave a Galicia

Los desvíos, el acceso a Ourense y los viaductos de Teixeiras, puntos críticos para que la conexión esté lista a finales de 2019

La futura estación Porta de Galicia y el viaducto de Teixeiras meses atrás. EP - ECG
photo_camera La futura estación Porta de Galicia y el viaducto de Teixeiras meses atrás. EP - ECG

Aunque de los plazos de la alta velocidad gallega para finales de 2019 siempre se admitió que eran ajustados, también fueron calificados muchas veces como asumibles. Es más, la mayoría del debate alrededor de las fechas se da en el ámbito político y no en el técnico, donde prefieren centrarse en otras cuestiones. 

Hoy por hoy, que el Ave entre en pruebas —detalle este que no hay que olvidar— antes de terminar el año que viene depende en buena medida de tres puntos críticos: los desvíos, el doble viaducto de Teixeiras (Laza) y el acceso a Ourense desde Taboadela. Por unas razones o por otras, todos los focos parecen apuntar a hora a estos tres frentes. 

En el caso de los desvíos ferroviarios de la provincia de Ourense —que son una especie de ramales cortos para que un tren se aparte para el paso de otro—, la razón es que el Boe publicó esta semana la licitación y, según los plazos anunciados, la adjudicataria tendría 16 meses para ejecutarlos, lo que alargaría la fecha de finalización hasta marzo de 2020. 

Sin embargo, algunos expertos recuerdan que las compañías pueden ir entregando y poniendo en servicio desvíos a medida que los terminan sin necesidad de esperar a tenerlos todos, e incluso podrían limarle unos meses al plazo final si existe prisa e interés por ello. Eso sí, los desvíos son fundamentales para que los trenes puedan circular con total garantía.

El segundo punto conflictivo es el famoso viaducto —en realidad son dos, uno por vía— sobre el río Teixeiras, en Laza, en el tramo de 2,3 kilómetros que une Portocamba y Cerdedelo, considerado como uno de los grandes desafíos de toda la línea. Aunque es cierto que hace solo unos meses no había ni un pilar puesto, hoy ya se pueden ver varios y las obras avanzan a buen ritmo. ¿Llegará para finales de 2019? Algunos técnicos lo ven demasiado justo y otros creen que es más que posible. De hecho, la adjudicataria —una empresa de Florentino Pérez— la subcontrató a la gallega Puentes, ya que su experiencia y capacidad técnicapara acometer este tipo de infraestructuras es única e invitaría al optimismo.

Por último, también está en el ojo del huracán la adaptación a la alta velocidad de la actual vía entre Taboadela y Ourense, más de 15 kilómetros en los que se prevé que los trenes de obras sustituyan los viejos raíles para instalar los nuevos, al tiempo que mejoran traviesas, plataforma y balastro. Lo harán de forma automática y solo durante la noche para no afectar al tráfico, pero de ser necesario apurar tiempos, pueden operar también de día.

Hasta ahí todo bien. Lo que ocurre es que al electrificar la vía, algunos túneles no tienen altura suficiente para la catenaria, sobre todo porque las sucesivas mejoras de las vías se hicieron unas encima de otras y se perdió altura. Eso obligará a rebajar el terreno por debajo, que nadie duda que es algo complejo, de ahí que se ponga en duda ese plazo de 2019.

Fomento insiste en que revisará los plazos de la alta velocidad a Galicia
El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, reiteró el miércoles su intención de revisar los plazos que el anterior Gobierno dio para la puesta en servicio de nuevos tramos de ferrocarril de alta velocidad (Ave) que actualmente están en construcción para «no generar falsas expectativas» a los ciudadanos. "Vamos a ver los plazos porque, más allá de largos o cortos, lo importante es no generar falsas expectativas; lo que se espera de los plazos es la puesta en servicio de la línea, porque el final de obra no es subirse al tren", razonó el ministro ante las críticas vertidas desde la Xunta, donde sospechan que la idea de auditar los plazos no hace más que esconder un retraso en los mismos.

El cronograma que manejaba el PP de Mariano Rajoy situaba la entrada de los primeros trenes  en servicio en Ourense a finales del año que viene. Fomento quiso dejar claro que cualquier revisión de los plazos de terminación de obras y puesta en servicio de líneas no implicará "paralizar o demorar" inversiones ni proyectos, si bien Ábalos introdujo un matiz, ya que esa es la idea "con carácter general", lo que sí puede abrir la puerta a retrasos, como temen desde el Ejecutivo gallego. "Tengan la confianza en que, con carácter general, el cambio de Gobierno no afectará a los compromisos de inversión ni a los contratos; no pensamos paralizar 
ni demorar nada", insistió el socialista durante el pleno de control al Gobierno en el Congreso.

Es más, para reforzar su argumentación, el titular de Fomento avanzó que el Consejo de Ministros de mañana aprobará la puesta en marcha de tres nuevos contratos de obras ferroviarias que suman una inversión de 190 millones: trabajos en el subtramo Castellbisbal-Martorell (Cataluña), Pobla Llarga-Silla (Valencia) y Cabeza del Buey-Castuera (Badajoz).

A este impulso se sumaría el consejo de administración que celebró el martes Adif, donde la empresa pública aprobó todos los puntos de licitaciones y adjudicaciones de obras que tenían ya previstas antes del cambio de Gobierno, entre ellas contrataciones y nuevos proyectos del Ave a Galicia por 78 millones. "Se está dando curso a todo lo programado y así va a seguir siendo", zanjó Ábalos ante las dudas generadas por su anuncio de auditar lo que el PP dejó sobre la mesa.

GALICIA NO SE CALLA. A la espera de movimientos en Fomento, la Consellería de Infraestruturas insiste en su mensaje de los últimos días: no tolerará retrasos. "No hay ninguena otras alternativa" que no sea que el Ave llegue "en pruebas" en los plazos marcados por el anterior Ejecutivo: a finales de 2019.

La conselleira Ethel Vázquez recuerda que el 80% del Ave a gallego está listo, por lo que "podemos afirmar que es una realidad imparable". Es más, precisó que todos los tramos de mayor envergadura se encuentran "en marcha", ya que están "o ejecutados o en ejecución o en fase de contratación" e incluidos en los presupuestos, que "avalan que se pueda seguir avanzando" sin retrasos por el cambio de Gobierno en Madrid.