La lacra de las drogas adquiere tintes dramáticos cuando caen en manos de adolescentes. Jóvenes que a menudo cambian los pasatiempos propios de su edad por el peligroso juego de los estupefacientes, un lastre que pesa todavía más en personas de corta edad que aún tienen la personalidad por definir, lo que a su vez los convierte en un blanco fácil para traficantes que ven en los escolares una jugosa clientela.
Estos camellos sin escrúpulos trapicheaban en las puertas de 11 colegios e institutos gallegos con relativa impunidad hasta que, recientemente, las fuerzas de seguridad los identificaron y en algunos casos detuvieron, aunque lo más importante es que han dejado de vender drogas —normalmente marihuana, hachís y derivados— a los estudiantes. De ello daba cuenta este martes el subdelegado del Gobierno en Ourense, Emilio González Afonso, al inicio de la reunión provincial de seguimiento del plan director para la convivencia y mejora de la seguridad en los centros escolares, coordinado porel Ministerio de Educación con la Policía y Guardia Civil.
Los objetivos fundamentales de este programa son "estudiar y analizar problemáticas relacionadas con el ámbito escolar como el consumo de alcohol y sustancias psicotrópicas pero también el acoso o el mal uso de las nuevas tecnologías", describió el subdelegado gubernamental, quien detalló que, de las 11 intervenciones contra el menudeo en entornos educativos gallegos, dos fueron llevadas a cabo en Ourense. Aunque del resto no ofreció datos, sí describió que la mayoría de casos se dan en entornos urbanos.
MÁS DE MIL CENTROS. En el año 2019 participaron en esta iniciativa un total de 1.086 colegios e institutos gallegos. "Son más de un 80%", destacó el subdelegado del Gobierno, para concluir la "amplia aceptación" del programa entre la comunidad educativa. Emilio González reseñó asimismo que "aproximadamente 130.000 personas, entre las que se encuentran alumnos, profesores y padres, son beneficiaras y participan en las actividades y charlas del programa".
