Agentes de la Policía Nacional, bajo la dirección del juzgado de instrucción de Madrid, desmantelaron un chiringuito financiero de falsos brókeres que operaba en la capital y que llegaron a estafar más de dos millones de euros a ciudadanos de toda España. La investigación comenzó en enero de 2019 a raíz de una denuncia presentada en la comisaría del distrito de Vigo.
Se realizó un registro en una oficina ubicada en la ciudad de Madrid, en la que trabajaban once personas y se detuvo e identificó a la mayoría de los captadores y brókeres que participaban en la organización.
Los investigados se hacían pasar por una empresa de servicios de inversión autorizada en un país de la Unión Europea. Suplían la falta de conocimientos en materia económica con guiones en los que articulaban extensos supuestos de preguntas y respuestas en las que solucionan cualquier objeción que un cliente pueda presentar.
Los contactos con los clientes se iniciaban a través del método de la ‘llamada fría’, que consiste en realizar llamadas a ciudadanos empleando nombres falsos o parcialmente correctos. En poco tiempo, las inversiones solían tener buenos resultados, la cuenta multiplicaba sus beneficios y era habitual que el cliente fortaleciese su posición mediante nuevas aportaciones.
Sin embargo, cuando el cliente requería un reintegro de los beneficios era cuando se mostraba la artimaña, ya que modificaban la estrategia de inversión, que pasaba a ser muy arriesgada, de modo que la pérdida se hacía inevitable. De esta forma, los clientes, que no conocían sus inversiones veían cómo su dinero se esfumaba en cuestión de apenas diez minutos.
