Néstor Rego, el 'aldeano' orgulloso

El político mariñano, profesor de gallego en Santiago, personifica como pocos el trabajo y la resistencia del Bloque: siempre estuvo ahí ► Ahora es el nuevo diputado electo del BNG en el Congreso
Néstor Rego. EFE
photo_camera Néstor Rego. EFE

Néstor Rego Candamil (O Vicedo, 1962) es como el dinosaurio del cuento de Monterroso: siempre estuvo ahí. Desde su etapa de estudiante en el instituto de Viveiro, cuando tomó contacto con el nacionalismo a finales de los años 70 a través del colectivo Erga, hasta la actualidad, convertido en el rostro que simboliza la reconquista de las Cortes por parte del nacionalismo gallego.

Su trayectoria política, que combinó los momentos de exposición en primera línea con otros de trabajo más sacrificado y desagradecido entre bambalinas, tiene dos etapas muy diferenciadas: la mariñana y la de Santiago.

La primera coincide con su época adolescente en A Mariña, donde compartía inquietudes y militancia con otros jóvenes nacionalistas como el malogrado Hernán Naval, que era de su misma generación, la del 62. Además de ingresar en el colectivo estudiantil Erga, Rego colaboró en la implantación de la Unión da Mocidade Galega (UMG) —las juventudes de la UPG— en la comarca y participó activamente en capítulos históricos como la gran marcha de 1979 contra la central nuclear de Xove.

Después llegó el momento de marcharse a estudiar fuera, en su caso Historia a Santiago, una ciudad a la que ya quedaría vinculado de por vida —aunque visita con frecuencia a su familia en A Mariña—. En su época universitaria mantuvo su compromiso nacionalista, como demostró en la fundación de los Comités Abertos de Facultade (CAF) en Historia. Cuando se fundó el Bloque Nacionalista Galego, en el año 1982, Néstor Rego entró en él como representante de Erga.

En 2012 se convirtió en el nuevo líder de la UPG, la corriente dominante del Bloque

Su vida profesional estuvo ligada a la enseñanza de gallego, tras sacar las oposiciones en esa especialidad. Primero dio clase en A Estrada y después en Santiago, en el IES Antón Fraguas.

Pero Rego fue desarrollando de forma paralela una carrera política que lo llevó a ostentar diversos cargos institucionales y orgánicos. Sobre todo en el Ayuntamiento de Santiago, donde ejerció como concejal durante más de una década (1995-2008); primero como concejal raso del BNG y a partir de 1999, con responsabilidades en el bipartito liderado por el PSdeG de Bugallo. Fue concejal de medio ambiente y desde 2003, ascendió a teniente de alcalde encargado de los asuntos culturales. En 2008, al poco de arrancar el mandato, decidió poner punto y final tras haber cerrado su ciclo municipal para regresar a la docencia.

Pero en realidad fue un punto y seguido. Consciente de que Rego siempre estaba ahí, el nacionalismo gallego tiró de él cuando fue necesario y en junio de 2012 se convirtió en el nuevo líder de la UPG, la corriente dominante del Bloque, cargo orgánico en el que sustituyó a Francisco Rodríguez y en el que continúa hoy en día, compaginándolo con la ejecutiva del BNG, a la que se incorporó tras la llegada de Pontón en 2016.

El premio a su perseverancia le llegó en estas generales, tras quedarse a las puertas en abril. Tendrá un asiento en el Congreso, tras arrebatárselo además al cabeza de lista de Vox por A Coruña, el mismo que le llamó "aldeano" en plena campaña. Fue casi una cuestión de justicia poética. "Si. Nacín na aldea e moi orgulloso de ser aldeán", le respondió Rego. Un aldeano suelto en Madrid.