Cuatro extrabajadoras de unos grandes almacenes de Santiago aseguraron este miércoles que el que fuera su jefe de planta hasta 2017 las sometió a "tocamientos" y proposiciones "soeces" y les dedicó frases y gestos sexuales. Él negó tajantemente las acusaciones.
El juzgado de instrucción 1 de Santiago acogió este miércoles la vista que surge de la denuncia de una de las cuatro empleadas por supuesto acoso sexual y laboral, un proceso que, tras recurrir al protocolo interno de la empresa, derivó en el despido del exjefe. Ahora, la denunciante, Isabel Fraga, lleva también el caso a la vía penal.
Fraga afirmó que los avances del hombre consistían en palabras y gestos sexuales, en vídeos porno que le mostraba a solas, tocamientos y propuestas de relaciones. Llegó a pedir la baja "porque la situación era insoportable", dijo. Otras tres mujeres confirmaron este miércoles que a ellas les ocurrió lo mismo y lo calificaron de "depredador sexual". Una, según aseguró, lo sufrió incluso embarazada.
El acusado, en cambio, vinculó la denuncia a un conflicto laboral por "las comisiones" de venta y a la influencia de un trabajador despedido en 2015.
Otras cuatro empleadas negaron que con ellas mostrara esta actitud y lo definieron como una "persona exigente" y un jefe "excelente".
