El envejecimiento urge un cambio legal para el control de conductores mayores

▶ Las propuestas de los expertos apuntan hacia la implicación de los médicos: que ellos decidan quien es apto y quien no
▶ Más del 11% de conductores gallegos es mayor de 65 años y 44.500 superan los 74, por encima de la media española
La propia Fiscalía de Seguridad Vial propuso conectar a los médicos de Primaria con los psicotécnicos. AEP
photo_camera La propia Fiscalía de Seguridad Vial propuso conectar a los médicos de Primaria con los psicotécnicos. AEP

El imparable envejecimiento de la sociedad está incrementando en la misma proporción el número de conductores de avanzada edad, que a partir de determinada frontera pueden perder capacidades y convertirse en un peligro en las carreteras. Esta nueva realidad, agravada en una comunidad anciana, dispersa y con tantos kilómetros de red viaria como la gallega, obliga a repensar los sistemas de control sobre esos conductores. "Hay mucha preocupación por abordar este problema, puesto que irá a más", afirma Ascensión Leciñena.

Esta profesora de Derecho de la Universidad de Murcia es codirectora del grupo de investigación sobre el ejercicio de los derechos en el marco del envejecimiento activo, un equipo que está "gestando una propuesta normativa" que afronte ese reto, que debe implicar a toda la sociedad. Porque aunque muchos siguen estando capacitados para conducir, otros no, y los usuarios de las vías deben "protegerse" frente a conductores que ponen en riesgo su seguridad y la de los demás, razona.

Para ella y el grupo de trabajo que coordina, la solución es clara: los médicos deben implicarse para que no quede todo en manos de los psicotécnicos, que en algunos casos parecen un coladero.

"EL QUE MEJOR LO CONOCE". "El médico es el que mejor conoce la situación de estos conductores mayores, aunque luego los centros de reconocimiento hagan su trabajo", explica. "El problema es cuando el centro no funciona bien, o si las dificultades surgen en medio de la prórroga del permiso de conducir. Ahí no hay control", señaló Leciñena.

Esta experta en Derecho Civil precisó que esos obstáculos podrían salvarse si los médicos pueden informar de la situación de los pacientes a la DGT, o si los centros de reconocimiento tienen acceso a los historiales. Pero hay un problema: esa medida no se puede adoptar sin vulnerar el deber de confidencialidad y la ley de protección de datos.

A este problema jurídico se suma otro de tipo sociológico: la posible ruptura del vínculo de confianza entre el facultativo y su paciente. Por ello, Ascensión Leciñena aboga por una reforma de la Ley de Seguridad Vial, para "dar cobertura legal" a los médicos y que estos puedan declarar que un paciente, sea cual sea su edad, no es apto para conducir.

LA REALIDAD EN CIFRAS. El 11,4% de los conductores que posee el permiso B en Galicia tiene más de 65 años de edad, un total de 172.199; y, de ellos, 44.553 son mayores de 74, según los datos de la Dirección General de Tráfico.

Así, el porcentaje de conductores mayores en Galicia supera en algo más de medio punto la media de España, donde el número de personas con permiso B asciende a algo más de 19 millones, de los que 2,1 millones de personas superan los 65 años de edad. De esos, algo más de 460.000 son mayores de 74 años.

Según el censo de la DGT, el número de conductores gallegos de entre 65 y 69 años de edad es de 74.643 personas; mientras que hay 53.003 conductores de entre 70 y 74 años de edad; y 44.553 mayores de 74 años. La mayoría de estos conductores senior se agrupan en las provincias de A Coruña (74.232) y Pontevedra (55.946), donde también se concentra el mayor número de conductores mayores de 74 años.

RENOVACIONES. Según datos de la DGT, durante el año pasado casi 66.000 conductores mayores de 65 años renovaron su permiso en Galicia. En este proceso es donde algunos expertos también ponen el foco, ya que el Reglamento General de Conductores establece que el permiso B debe ser renovado cada 10 años y, a partir de ese momento, el carné debe renovarse cada 5 años. Esto es así desde 2009, cuando se modificó el reglamento, ya que hasta ese momento a partir de los 70 años había que pasar el psicotécnico cada 2 años.

Para la Asociación Española de Centros Médicos Psicotécnicos (Asecemp) eso era lo correcto. Establecer la prórroga en 5 años a partir de esa edad fue, según el secretario general del colectivo, Bonifacio Martín, "un tremendo error que no se justifica en ningún criterio racional".

Cada año se deniega en España la aptitud para unos 30.000 permisos y a 320.000 conductores les imponen restricciones.

"LOS MAYORES DE 65 AÑOS SON MÁS PRUDENTES, NO CONDUCEN DE NOCHE Y CUIDAN MÁS EL COCHE"

Miguel Ángel Vázquez. AEPUn actor fundamental en la encrucijada del envejecimiento activo es la Sociedade Galega de Xeriatría e Xerontoloxía (SGXX), que rompe una lanza en favor de la gente mayor. Su presidente, el doctor lucense Miguel Ángel Vázquez, alerta de que "existe un mito negativo en torno a la vejez" del que parten ideas como que los conductores son más peligrosos "por el mero hecho de ser mayores de 65 años". "Y no es verdad", zanja.

El presidente de la SGXX admite que este perfil al volante "no se adapta al estándar porque van más despacio y no tienen los mismos reflejos", pero también "son más prudentes, suelen evitar conducir de noche y cuidan más sus vehículos", asegura.

"Es muy llamativo cuando un conductor mayor se mete en sentido contrario por una autovía, y la percepción de la sociedad es que su siniestralidad es mayor, cuando no es cierto", incide el lucense, que añade que, pese al "estereotipo negativo", los mayores de 65 años "adoptan actitudes más precavidas al volante".

El presidente de la Sociedade Galega de Xeriatría e Xerontoloxía lamentó así esa creciente "discriminación por motivo de edad" en una sociedad cuyos miembros, paradójicamente, son cada vez más longevos, y en la que no parecen resultar tan alarmantes las imprudencias de conductores jovenes, con consecuencias incluso más graves.

En 2019 fallecieron en accidentes de tráfico 90 personas en Galicia, y solo una decena de ellas era mayor de 65 años.

Al doctor Vázquez no lo convence, además, la propuesta de del intercambio de información entre los médicos y la DGT o los psicotécnicos para controlar a los conductores mayores. "Tiene más inconvenientes que ventajas", dice. "Colocarle al médico el papel de policía no es buena idea, ni para él ni para su paciente", advirtió, porque "la relación entre ellos se puede distorsionar".

"Si una persona sabe que lo que dice a su médico puede tener repercusión en su permiso de conducir, puede dejar de contarlo", concluyó Vázquez.

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