Galicia vuelve a encabezar por quinto año consecutivo el ránking de tramos de carretera de riesgo del estudio EuroRap, que publica el Real Automóvil Club de España (Race) todas las navidades. Y, como ya es tradición, la comunidad vuelve a incluir un trayecto como el más peligroso de España, aunque este año la célebre travesía de la N-642 entre Ribadeo y Asturias cede el primer puesto a diez sinuosos kilómetros de la N-541 entre Boborás y Sonelle, en Ourense. El mencionado trayecto mariñano pasa así a ser el segundo más inseguro del país, seguido de cerca por un trazado de curvas de la N-550 en Ordes que se cuela en un poco honroso top 5 nacional con amplia presencia gallega.
El informe, que además de la siniestralidad tiene en cuenta factores como la visibilidad, el estado del firme, el peralte de las curvas o el número de sectores con adelantamientos comprometidos, no hace sino refrendar la realidad a la que cada día se enfrentan miles de gallegos que se ven obligados a tener más precaución al volante que en otras comunidades. Y es que la siniestralidad congénita de las vías de la comunidad —con 85 muertes en lo que va de año— no obedece a que los usuarios beban, se droguen o se despisten más que en otros lugares, sino que el estado de las carreteras tiene mucho que ver, como refleja el estudio.
En este sentido, Race marca en rojo este año 13 trayectos de carretera en Galicia, cinco de ellos en Lugo —la provincia con más kilómetros de riesgo—, cuatro en Ourense, tres en A Coruña y uno en Pontevedra. En total no son más que en otras comunidades como Aragón o Castilla y León, lo que sucede es que los tramos gallegos son más peligrosos según el índice de riesgo que calcula Race y, en general, acumulan más muertos en sus cunetas. Así, no es extraño que el ‘top 20’ estatal cuente con siete trazados de la comunidad, es decir, el 35%. Y dentro de ellos, preocupan especialmente los tres reseñados al principio de estas líneas por ser calificados con «riesgo alto», esto es, por superar los 90 puntos en el índice. Ninguna otra comunidad tiene tantos trayectos de extrema peligrosidad como la gallega.
Si bien los ocho kilómetros de la N-642 entre Ribadeo y Vegadeo (Asturias) no registraron fallecidos el año pasado, sí dejaron tres heridos graves, una cifra considerable si se tiene en cuenta que es uno de los trazados que menos tráfico soporta de Galicia —menos de 3.000 vehículos lo transitan al día—. Sí hubo dos óbitos, en cambio, en el tramo más peligroso de España, el que une Boborás y Sonelle, además de 7 lesionados de consideración. Y en el punto negro de la N-550 en Ordes perdieron la vida hasta cinco personas y nueve resultaron heridas graves.
SOLO CONVENCIONALES. También es reseñable que ningún tramo de autopista o autovía figure entre los 61 que el informe considera peligrosos en España. Y eso que fueron analizados 7.173,5 kilómetros de vías de alta capacidad, reseña Race, pero no encontró riesgo en ellos. Así, se entiende que comunidades con escasa dispersión geográfica y por tanto poca utilización de carreteras convencionales como Madrid no presenten ningún trayecto en esta lista, donde todos los tramos referidos son de nacionales.
