Desarticuladas dos redes de narcotráfico que querían introducir cocaína por Pontevedra

La Policía detiene a sus 16 integrantes e intervienen una tonelada de cocaína en una operación conjunta con EE.UU, Colombia y Gran Bretaña 

Las bandas habían desarrolado un sofisticado sistema para ocultar la droga en coches. POLICÍA NACIONAL
photo_camera Las bandas habían desarrolado un sofisticado sistema para ocultar la droga en coches. POLICÍA NACIONAL

La Policía Nacional, en una operación conjunta con Estados Unidos, Colombia y Gran Bretaña, ha desarticulado dos organizaciones dedicadas al tráfico de cocaína a escala internacional con la detención de 16 personas en Madrid (9), Barcelona (2), Málaga (2) y Reino Unido (3), y la incautación de una tonelada de cocaína que iba a ser distribuida en España y Reino Unido. Según ha trascendido, los máximos responsables de la red viajaron a distintas ciudades de Pontevedra para negociar una vía de entrada de la droga.

En esta operación, los agentes han detectado sofisticados sistemas electromecánicos de ocultación de la cocaína en los vehículos que utilizaban y que se activaba por un complejo sistema de imanes que impulsaba un sistema hidráulico para levantar la base del maletero bajo la que se escondía el alijo. Las dos organizaciones, una colombiana y otra británica, se habían unido para compartir logística, si bien mantenían sus estructuras separadas.

En agosto de 2018 se detectó la presencia del líder del grupo en Pontevedra

La investigación arrancó en julio de 2018 cuando la Policía Nacional tuvo conocimiento de la llegada a nuestro país de uno de los representantes más destacados de un grupo de narcos colombianos. Presuntamente estaba ultimando los preparativos para hacer llegar una importante cantidad de cocaína a España, y la investigación permitió comprobar cómo esta persona, de origen colombiano, contaba con contactos y la infraestructura necesaria para introducir la droga.

Junto a él, dos de los máximos responsables de la red viajaron a distintas ciudades de Pontevedra para negociar una vía de entrada de la droga. Poco después, a principios de agosto, se detectó nuevamente la presencia del líder del grupo en Pontevedra, esta vez acompañado de otra persona que se había establecido como delegado grupo británico que se había asociado con el colombiano para aprovisionar de cocaína su país. 

Con la aparición del británico comenzó la investigación conjunta con el N.C.A y el South East Regional Organised Crime Unit de Gran Bretaña, ya que contaban con referencias sobre su vinculación con el crimen organizado y el tráfico ilegal de estupefacientes. Al parecer, los dos grupos se habían unido para compartir logística, pero manteniendo separadas sus estructuras. De este modo, se pudo detectar cómo el procedente de Reino Unido contaba con colaboradores que protegían una vivienda de seguridad que habían alquilado en Villaviciosa de Odón (Madrid). 

Las dos bandas empleaban un nuevo sistema para ocultar droga en los coches 

Las estrategias de los dos grupos eran muy diferentes. El líder de los colombianos únicamente viajaba a España para coordinar la llegada y entrega de la droga, mientras que el británico se encargaba de preparar y coordinar la recepción y distribución de la parte correspondiente a su grupo.

Los movimientos de los investigados se intensificaron al aproximarse la fecha de llegada del alijo, detectando los agentes cómo, desde abril de 2019, los integrantes del grupo colombiano llegaban a la capital madrileña para alojarse en distintos hoteles de lujo con el fin de no levantar sospecha sobre los verdaderos fines de su viaje. Los investigados acordaron hacer la entrega de la droga en un área comercial de Leganés (Madrid), y una vez que estuvo en poder del grupo del británico los agentes les detuvieron en su vehículos y los intervinieron.

Mientras, en la ciudades británicas de Londres, Windsor y Dorset se procedía al arresto de los miembros de la organización que controlaban la operación desde allí.

En cuanto a la red colombiana, a pesar de que el acuerdo alcanzado con los hombres que almacenaban la droga estaba cerrado, mantuvo estrictas medidas de seguridad en torno al lugar de la entrega. Una vez comprobado que el parking se hallaba despejado y libre de control policial, el jefe ordenó a sus hombres trasladar la cocaína al lugar fijado.

En ese momento, los agentes les detuvieron y comprobaron que la furgoneta que conducían almacenaba una gran cantidad de cocaína en un doble fondo del maletero y en los bajos del vehículo al que se accedía mediante el sistema que habían diseñado. Además de las detenciones, se han intervenido 1.044 kilogramos de cocaína, 3 pistolas, 100.000 euros, 6 vehículos y decenas de blackphones. 

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