"Hasta el momento , en muy contadas ocasiones he comentado asuntos judiciales, profesionales y personales. Mi actual situación, sin embargo, me permite cambiar de criterio", Así arranca Pilar de Lara su último post en Facebook, toda una declaración de intenciones de que, ahora que está suspendida, tendría la intención de romper el silencio que la caracterizó durante sus doce años al frente del juzgado de instrucción número 1.
La magistrada, cesada hace una semana de sus funciones para cumplir la suspensión de siete meses y un día del CGPJ, escribe sobre la sentencia por injurias contra dos guardias civiles, de las que ella fue víctima, y que fue confirmada en casi todos sus extremos por la Audiencia Provincial de Lugo.
De Lara recuerda cómo tuvo que sufrir los insultos de los agentes, vertidos en un foro de la asociación de guardias AUGC, y enumera uno a uno los epítetos más sonoros. "Dado el tenor de los calificativos, es obvio que los insultos atentaban, no solo a mi condición de juez sino que constituían un ataque frontal y directo a mi condición de mujer", explica.
Tras recordar que la AUGC fue considerada responsable civil subsidiaria, en cuanto era administradora del foro donde se vertían los insultos, la magistrada entra de lleno en su argumento central: los retrasos.
"La Audiencia rebaja ligeramente la sanción . Pero no porque los hechos no revistan suficiente gravedad, sino por apreciar dilaciones indebidas. Y aquí es donde quiero ir. Esta causa se inició por denuncia presentada en 2010 y se enjuició en 2019", escribe De Lara, quien relata que todo ese retraso se dio aun cuando "las víctimas, solo éramos tres; los investigados, solo dos; este procedimiento no es macrocausa y tampoco es causa que revista ninguna clase de complejidad".
"Sin embargo, el procedimiento duró 9 años. Si, 9 años . Creo que no es necesario realizar mayor comentario. ¿Doble vara de medir?", zanja la magistrada.
BESTEIRO Y LA RECUSACIÓN. A pesar de que la jueza ya no está, la defensa del que fuera secretario general del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, entiende que "la recusación" de la magistrada "debe seguir". "Nosotros creemos que la recusación debe seguir su curso porque, evidentemente, la causa ya existía antes", explicó a Efe el letrado Conde Pumpido.
De hecho, el abogado precisó que la defensa de Besteiro está pendiente de la resolución judicial en cuanto a la petición de nulidad del auto dictado por De Lara que puso fin a la instrucción del caso Garañón "justo un día antes de que se conociese la sanción" del CGPJ.
En ese sentido, insistió en que la jueza De Lara no puede ser la instructora de una causa en la que figuran aquellas personas que, con sus quejas, provocaron la sanción que acabó por apartarla del juzgado.
AL FINAL VOTÓ A FAVOR. Según refleja en su escrito, durante el pleno del CGPJ en el que se acordó sancionar a De Lara, una vocal expresó sus dudas sobre la oportunidad de castigarla en ese momento porque podía dar la sensación de que se trataba de apartarla del juzgado y además porque la sanción era elevada. No obstante, esta vocal votó al final a favor del castigo.
