El maná europeo para Galicia, en el aire

La comunidad se juega cientos de millones en la negociación de las cuentas de la UE para el período 2021-2027 ▶ Con nuevas prioridades de gasto y sin el dinero del Reino Unido, Bruselas se plantea recortes en fondos estructurales y en la PAC

Manifestación a favor de la Unión Europea en Italia. EFE
photo_camera Manifestación a favor de la Unión Europea en Italia. EFE

LA AMPLIACIÓN del IES Laxeiro de Lalín, la obra del banco de sangre del hospital de Vigo, trabajos en el castro de Viladonga, la mejora de la eficiencia energética en los juzgados de Chantada y las ayudas de apoyo a la etapa predoctoral en las universidades gallegas. Estas actuaciones son solo algunas de las citadas en lo que va de mes en el Diario Oficial de Galicia cofinanciadas con fondos estructurales europeos y, pese a ser una mínima muestra, reflejan el alcance y el goteo de una inyección económica millonaria. En las algo más de tres décadas transcurridas desde que España entró en lo que hoy es la UE las partidas dirigidas a Galicia superan ampliamente los 20.000 millones de euros. Las del futuro están en el aire. Y muy pronto estarán sobre la mesa.

Si se cumplen las previsiones, la Comisión Europea publicará en mayo sus propuestas para el próximo período presupuestario, el del período 2021-2027, para lanzar definitivamente una negociación que será larga y ante la que ya ha dejado caer alguna idea que ha alimentado debates y temores. Como ocurre cada siete años —cada vez que se abre el melón de las cuentas—, Galicia se juega millones en la mesa de Bruselas. Y, como sucedió con el anterior presupuesto, se da por hecho que a un territorio que ya ha superado la fase de ser objetivo prioritario de convergencia con la economía comunitaria le tocará menos, máxime cuando Europa perderá la aportación de Reino Unido a sus presupuestos con el ‘divorcio’ y cuando señala nuevas prioridades que cuestan dinero. La cuestión está en cuánto se cerrará el grifo para Galicia, porque en algunos escenarios esbozados por la Comisión, que algunas voces descartan, habría fondos claves para la comunidad que quedarían a cero. Esta es la casilla de salida.

¿Cuántos fondos recibe Galicia?
Conocer la cifra exacta no es nada fácil. Con todo, se puede hacer un acercamiento teniendo en cuenta que los dos pilares de la inyección europea en Galicia son los famosos fondos estructurales y los de la Política Agraria Común (PAC) no incluidos en ese lote. Atendiendo a la clasificación de la Comisión, los llamados fondos estructurales y de inversión son el de desarrollo regional (Feder), el social (FSE), el de desarrollo rural (Feader) y el marítimo y de pesca (Femp). En cuanto a la PAC, las transferencias se canalizan a través del Feader y del Fondo Europeo Agrícola de Garantía (Feaga).

Con estas herramientas, el paquete de los fondos estructurales y de inversión para el período 2014-2020 pone a disposición de la comunidad unos 4.150 millones, atendiendo a las cifras de la Consellería de Facenda. Es el resultado de una negociación en la que Galicia buscaba un "aterrizaje suave" para amortiguar el impacto de perder ayudas al dejar el grupo de las regiones objetivo 1 y consiguió más dinero del que anunciaban los peores augurios. Una muestra del tamaño del ‘cheque’, para el que solo el Feder pone 1.956 millones —más 890 del Feader, 826 del FSE, 371 de la línea pesquera y otros 112 que corresponden en buena medida a fondos de cooperación territorial—, es que bastaría para cubrir más del 40% del presupuesto de la Xunta para este año.

¿En qué posición está Galicia en el ránking autonómico?
Los datos disponibles del conjunto de España, menos completos, dicen que Galicia es la segunda comunidad más beneficiada por los fondos estructurales en esta etapa. Las cifras son del Ministerio de Hacienda y solo computan la parte de la ayuda europea que gestionan directamente las administraciones autonómicas, aunque dan idea de la porción de tarta que llega a cada una. Así, la gallega es en torno a un 10% del ‘pastel’ que se reparte entre todas comunidades españolas sin contar el fondo pesquero, solo por detrás del 28% de Andalucía.

¿A qué se dedica el dinero?
A casi un poco de todo. Al margen de los fondos centrados específicamente en el medio rural y los pesqueros, el Feder está llamado a corregir desequilibrios entre las regiones y el FSE se focaliza especialmente en el empleo y el capital humano. Entre uno y otro, en su programación gallega para esta etapa están contempladas desde infraestructuras —de transporte, educativas o sociales, por ejemplo— hasta medidas de mejora de la eficiencia energética, equipamientos sanitarios, tecnologías o apoyos a la I+D. Y hay mucho más: impulso a la financiación de pymes, al empleo juvenil y autónomo, a la formación o el interminable saneamiento de las rías. Vistas las prioridades marcadas, Facenda ve "un cambio de orientación " en relación con el pasado. "Por exemplo, no Feder hai unha aposta clara por reorientar os investimentos cara ao crecemento sustentable e intelixente, fronte á aposta polas infraestruturas realizada en períodos anteriores".

De hecho, se ha pagado mucho cemento con los millones procedentes de la UE. Los economistas José Francisco Armesto y Santiago Lago hasta echaron cuentas en un estudio centrado en el período 2000-2006, y concluyeron que el 41,7% de las partidas de esa etapa —es decir, 1.481 millones— fueron a parar a carreteras, ferrocarriles, puertos, aeropuertos y energía.

Tres décadas dan para muchos ejemplos —desde el Ave hasta los puertos exteriores— y para que unos se hayan confirmado como más afortunados que otros. Frente a los éxitos, la inversión en esas dársenas exteriores, por ejemplo, ha sido cuestionada por el propio Tribunal de Cuentas Europeo.

¿Se reducirá la aportación de la UE a Galicia a partir de 2021?
"Xa sabiamos que iamos perder fondos. Non haberá un recorte absoluto, pero será importante", apunta Armesto, colaborador del Foro Económico de Galicia. Sin decir tanto, el presidente de la Xunta ha dejado ver que se plantea "outra vez un gran desafío" de cara a la negociación de las cuentas comunitarias para el período 2021-2027 y que no será fácil.

La perspectiva del recorte tomó forma hace unas semanas a través de un documento de la Comisión. El informe, planteado como una contribución para la cita informal de líderes estatales de febrero, no tiene la categoría de propuesta porque "no representa la posición definida de la Comisión", pero propone. Y lo hace en un escenario de ajuste obligado, porque el Brexit dejará un agujero de entre 10.000 y 13.000 millones anuales.

Aunque muchos países están dispuestos a elevar su contribución, toca hacer muchos números, sobre todo porque el Ejecutivo comunitario señala prioridades para las que habrá que arañar dinero: la gestión de las fronteras exteriores, la defensa, la movilidad de los jóvenes (Erasmus) o la transformación digital, entre otras. La base sobre la que trabajar es un presupuesto que ahora reserva a las políticas de cohesión y a la agricultura el 70% del gasto, con recortes que se dicen "inevitables".

¿Qué fondos se reducirían?
El informe de Bruselas plantea tres posibles escenarios para los fondos Feder y FSE —junto a los de Cohesión—, y solo uno contempla mantener el reparto entre todos los estados y regiones. Las otras dos opciones dejarían fuera a Galicia, porque una pasaría por retirar el apoyo a las regiones más desarrolladas y en transición, y la tercera limitaría la inversión a los países menos desarrollados, con lo que no habría dinero para ninguna comunidad española. Aun así, el comisario europeo de Presupuestos ha apostado públicamente por que las regiones desarrolladas puedan seguir solicitando fondos de cohesión, pero avisa de que habrá recorte.

En cuanto a la PAC, que entre 2014 y 2020 moviliza unos 400.000 millones, la Comisión apunta otras tres opciones. A partir de ahí, en el informe se contempla un escenario en el que se mantienen los niveles de gasto actuales, otro que lo reduciría un 30% y uno más en el que caería un 15%. El impacto de meter la tijera en ese paquete se evidencia a la vista de que se prevé que la campaña de la PAC de 2018 llegue a más de 33.000 ganaderos y agricultores gallegos con sus pagos directos y los incentivos al desarrollo rural.

¿Qué puede hacer Galicia?
Aunque el tira y afloja oficial entre los estados miembro aún no ha comenzado, y la negociación se puede prolongar más de un año, el presidente de la Xunta ha asegurado que se trabaja en "unha serie de oportunidades para poñer enriba da mesa" cuando arranque.

En este punto, Armesto constata que, más allá de los fondos tradicionales, hay partidas "importantes " a las que Galicia y España pueden acceder en áreas como la I+D o el programa Erasmus, por ejemplo, y líneas por las que seguir ahondando, como la cooperación transfronteriza. Además, llama a "meter na negociación" elementos como la demografía, señalada también por la Xunta como una prioridad.

La eurodiputada del BNG Ana Miranda cree, de hecho, que "a presión ten que ir ao cambio de criterios " que determinan el acceso a fondos, para que sean "máis sociais " sumando la demografía e indicadores laborales, por ejemplo.

¿Qué impacto ha tenido el dinero en la comunidad?
A la espera de ver qué pasa a partir de 2021, no parece haber muchas dudas sobre que los fondos europeos han ayudado a la comunidad, aunque todavía no se haya alcanzado la convergencia económica con la UE. Ni con España. Los datos de Eurostat, ajustados para eliminar las diferencias derivadas del nivel de los precios de cada país para hacerlos comparables, dicen que la renta por habitante de la comunidad equivale a un 82% de la media de los Veintiocho, mientras que en el 2000 estaba en el 74%. Eso sí, el daño de la crisis es evidente, porque provocó un retroceso en el acercamiento.

Estas cifras no son menores, porque además son claves para decidir los fondos a los que tiene acceso una región, pero están lejos de servir de indicador único de la eficacia de la inyección europea. Como tampoco sirven para saber mucho de qué tal se ha utilizado. "Galicia medrou máis por ter os fondos e o impacto foi moi positivo, pero habería que mellorar un pouco a eficiencia dese gasto e non se aproveitou en todo o posible", sostiene Armesto. Puestos a mejorar, recomienda también mayores controles de lo que se invierte.

Miranda avisa de que "as auditorías non son moi afectuosas". Habla de casos de "malgasto", de "gasto erróneo" y de que no siempre se han ejecutado todos los fondos que requieren sumar partidas de otra administración.