Un directivo de la Comunidad de Montes de Valadares, en Vigo, y tres trabajadores de esta entidad, acusados de un delito de lesiones por imprudencia grave, han negado este lunes haber colocado una piedra de grandes dimensiones en medio de una pista forestal (utilizada habitualmente por deportistas) en el Monte Alba, que provocó la caída de un ciclista y le causó lesiones tan graves que le ocasionaron una paraplejia.
Así, el que era vicepresidente de la Comunidad de Montes, J.C.A., y los trabajadores A.V.A., M.G.V., y R.P.G., se sientan desde este lunes en el banquillo de la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, acusados de un delito de lesiones por imprudencia grave.
La Fiscalía considera que J.C.A. dio órdenes a los trabajadores de la cuadrilla de mantenimiento de poner obstáculos en las pistas forestales, entre ellos árboles y piedras, para impedir la actividad de deportistas (fundamentalmente ciclistas) que frecuentaban la zona. Uno de esos ciclistas, D.G.V., pasó por una de las pistas en las que, según el Ministerio Público, se había colocado una de esas piedras, en la tarde del 4 de septiembre de 2014. Este joven chocó contra el obstáculo y sufrió lesiones graves, que le causaron una paraplejia y otras secuelas importantes.
Por estos hechos, el fiscal reclama que cada uno de los acusados sea condenado a dos años y medio de prisión, y reclama indemnizaciones para D.G.V. por valor de más de 1,2 millones de euros, por los días de curación, las secuelas, las pérdidas económicas, o la adaptación de su vivienda y su vehículo.
ACUSADOS. En la primera sesión del juicio, que ha tenido lugar este lunes, todos los acusados han negado haber dado o recibido órdenes para colocar obstáculos en las pistas forestales, y también negaron que hubiera una especial animadversión de los comuneros hacia los ciclistas u otros deportistas que realizaban actividades en el monte.
El que era vicepresidente de la Comunidad de Montes, J.C.A., ha asegurado que "nunca hubo quejas de vecinos de ni de comuneros" por la presencia de ciclistas en el monte, y ha asegurado que el día de los hechos, ni siquiera había estado en la zona. Así, según su declaración, se limitó a ordenar a la cuadrilla que retirasen unas piedras de un camino y que cortasen unos árboles en esa misma zona, alejada de la pista donde tuvo lugar el fatal accidente.
En la misma línea, los trabajadores de la cuadrilla también han afirmado que hicieron las labores encomendadas, que no se acercaron al lugar del accidente y que nunca recibieron órdenes de poner piedras o árboles en los caminos para impedir u obstaculizar el paso de ciclistas.
PIEDRA EN EL CAMINO. Por su parte, el joven que resultó gravemente herido ha explicado ante el tribunal que el lugar del accidente es una pista frecuentada por deportistas y que él mismo había hecho ese recorrido muchas veces. "Iba yo solo, con el casco puesto, conocía ese camino perfectamente. Solo pude ver la piedra cuando ya estaba encima", ha incidido, y ha añadido que no pudo ver la piedra porque estaba justo tras una curva, al final de un pequeño salto.
D.G.V. ha insistido en que "el camino estaba como siempre" y nada hacía indicar que había sido modificado, y ha recalcado que no se salió del sendero principal. Por otra parte, este lunes también ha declarado como testigo otro ciclista, que fue el primero que encontró a la víctima. Según su testimonio, la piedra contra la que chocó D.G.V. "no estaba allí el día anterior", cuando había pasado por ese camino, y "alguien tuvo que ponerla".
Este testigo, de hecho, ha asegurado que incluso había marcas en el margen del camino del lugar donde había estado originalmente esa piedra (de unos 200 kilos) y se notaba que "alguien la había empujado" para ponerla en medio de la pista. El juicio, que está señalado para toda la semana, se reanudará este martes, con declaraciones de más testigos.
