Paran a una conductora ebria con su hija menor tras alertar el padre

El progenitor, vecino de Verín, reclama la custodia de la pequeña por este episodio y otro casi idéntico hace meses: "Non pode poñerse a súa vida en risco"

La Guardia Civil logró interceptar un vehículo conducido por una mujer ebria a la que acompañaba su hija de 9 años, después de que la menor alertase al padre de lo que sucedía y le enviase su ubicación en tiempo real por Whatsapp, que el progenitor compartió con la Guardia Civil. Una patrulla se puso inmediatamente en camino, dio el alto a la madre y se llevó a la niña de allí.

Así lo cuenta el padre de la pequeña, vecino de Verín, a las cámaras de la TVG, a la vez que reclama la custodia de la niña porque, dice, este no es el primer episodio de estas características que tiene que soportar la cría. Los hechos que narra sucedieron hace unos días, pero "hai só uns meses pasou algo parecido", cuando, según él, su exmujer también se subió al coche después de haber bebido con su hija como acompañante.

"A realidade é que ela [su exesposa] ten un problema de adicción ao alcohol que ten que tratarse. Xa o tiña cando viviamos xuntos e segue mal", cuenta el hombre, que denuncia haber pedido la custodia de la menor en reiteradas ocasiones —la primera, hace cuatro años— sin recibir respuesta por parte de la Justicia. "Non é algo personal con ela, é polo ben da filla; non pode ser que a súa idade teña que pasar por cousas así, poñendo a súa vida en perigo".

Lo cierto es que de los whatsapps que la niña envió a su progenitor, recogidos en capturas que mostró la TVG, se extrae que no era la primera vez que se enfrentaba a algo similar. "Rápido papá. Ven, haz algo", escribe la pequeña. "Bebeu? Está nerviosa?", pregunta el hombre en relación a su exmujer. "Si, moito. Ven rápido, haz algo papá", contesta la niña, acompañando el texto de numerosos emoticonos de llanto, antes de enviar la ubicación.

PELIGRO VIVIDO. El progenitor relata que compartió las coordenadas con el 112, servicio que las remitió a su vez a la Guardia Civil. Dos agentes interceptaron el vehículo y ratificaron lo relatado por el hombre, ya que nada más darle el alto vieron en la mujer signos muy visibles de encontrarse bajo la influencia de bebidas alcohólicas. Ese estado hacía imposible que se encargase de los cuidados de su hija, que fue enviada con familiares, aunque solo por unas horas.

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