El agente encargado de la reconstrucción de los hechos en el conocido como crimen de 'A Esmorga' declaró este lunes en Ourense que "en ningún momento se tuvo la impresión de que la vÃctima se hubiese caÃdo rodando por debajo de la barandilla", tal y como sostiene la versión de uno de los acusados. La no coincidencia de las declaraciones de los encausados con los datos y vestigios recogidos en la zona ha puesto, nuevamente, de manifiesto las contradicciones en las versiones de Eduardo L.F. y Óscar E.L., juzgados por asesinato en la segunda semana de la vista oral en la Audiencia Provincial de Ourense.
El encargado de la reconstrucción de las circunstancias en las que falleció el joven rumano Alexandru W.B. en diciembre de 2014 reiteró, como ya han hecho otros agentes llamados a testificar la pasada semana, "la existencia de una mancha de sangre de la vÃctima en la parte superior de la barandilla", que indica que "el cuerpo tendrÃa que haber estado a una determinada altura", en lugar de "ser arrastrado por el suelo".
Por otra parte, "es muy difÃcil caer por ese hueco; si una persona rodando levanta una sola mano ya es capaz de alcanzar el primer eje horizontal de la valla y también podrÃa parar su caÃda con los pies dada la disposición de los ejes verticales", ha añadido.
Por las caracterÃsticas de la muestra biológica de sangre en la barandilla, el agente apuntó a que "allà hubo algún tipo de resistencia por parte de Alexandru". Asimismo, confirmó la existencia de restos biológicos de la vÃctima "a unos 10 metros del lugar donde los acusados estacionaron el vehÃculo", algo que les ha llevado a pensar que la vÃctima podrÃa haber intentado escapar de la zona.
"Allà hubo algún tipo de resistencia por parte de Alexandru", subrayó un agente
VIVIENDA Y COCHE, LIMPIADOS. También fue llamada a comparecer este lunes la agente del Laboratorio de CriminalÃstica que participó en la inspección ocular de la vivienda de Eduardo L.F. y que manifestó que "el patio habÃa sido regado y limpiado" pero, a pesar de ello, encontraron "gotas de sangre por salpicadura y proyección" en la puerta de entrada a la cocina.
Por su parte, en el caso de la inspección del vehÃculo que estuvo custodiado por agentes de la Guardia Civil, señaló que "parecÃa que el vehÃculo habÃa sido limpiado". Mediante el empleo de luces forenses encontraron dos manchas de sangre en el interior del vehÃculo. La primera de ellas pertenecÃa a Alexandru, en el centro del respaldo del copiloto, mientras que la encontrada en el apoyabrazos del copiloto dio positivo con Óscar E.L..
A su vez, la agente apuntó que le "llamó la atención" que en el interior del vehÃculo habÃa "gran cantidad de mudas de ropa", entre la que se encontraban "alrededor de nueve camisetas, 11 calzoncillos, cinco pares de calcetines, dos sudaderas". Ello puede sostener, nuevamente, la hipótesis de Óscar E.L. pensase darse a la fuga, una posibilidad a la que también se aludió la pasada semana durante el juicio.
LESIONES DEL CUERPO. La misma agente, responsable de la elaboración del reportaje fotográfico de la autopsia, en relación a las principales lesiones observadas en el cuerpo de la vÃctima, describió "señales de agarre en las manos y la clavÃcula". También se refirió a que "tenÃa la oreja derecha arrancada, los huesos del cráneo rotos, los labios hinchados y le faltaban piezas dentales".