La saliva de una servilleta puede ser decisiva en una herencia millonaria

Un vecino de Vizcaya reclama su condición de hijo de un lucense que falleció en 2017 ► Para probarlo presentó en el juzgado vilalbés una prueba de ADN obtenida por un detective
Pila de servilletas. PIXABAY
photo_camera Pila de servilletas. PIXABAY

La saliva de una servilleta puede convertirse en la pieza clave y decisiva para la resolución de una herencia millonaria. Un vecino de Vizcaya, de 39 años de edad, acaba de presentar en el juzgado de Vilalba una demanda para que se reconozca su condición de hijo de un lucense que falleció en 2017, y que dejó un patrimonio que ronda los dos millones de euros.

El informe presentado el pasado jueves por el abogado Fernando Osuna -conocido por participar en otros casos mediáticos como el de Julio Iglesias, el Cordobés, Paco Gento o Samuel Eto"o- incluye los resultados de una prueba de ADN que se consiguió a través de un detective.

Según explica el propio abogado, el demandante, "con la finalidad de esclarecer los hechos y obtener una prueba directa, se vio obligado a contratar los servicios de una agencia de investigación".

A través de ella, se consiguió la servilleta de papel usada por un hermano del supuesto padre biológico, una muestra a la que se accedió en un descuido en un bar de Vilalba, y que después de ser cotejada ofrece una coincidencia del "99,99%", según defiende Osuna, quien confirma que el "análisis estadístico derivado de los datos genéticos obtenidos" establece que ambos "están emparentados vía paterna".

El abogado Fernando Osuna, especialista que ha llevado casos como el del Cordobés o Julio Iglesias, se encarga de este asunto

El abogado indica que el recorrido previsto es que el juez admita a trámite la demanda y pida una prueba de ADN al hombre, ya que la información aportada gracias a la servilleta tiene solo la condición de indicio. Si el hombre se negara al sospechar que el resultado sería positivo, el tribunal podría entender que se están ocultando detalles y esa negativa podría considerarse como prueba, según la jurisprudencia existente.

HISTORIA. Los hechos de esta historia se remontan a una relación vivida entre un varón, "con mucho patrimonio", y la madre del demandante, "de economía modesta", entre los años 1976 y 1980, en varias localizaciones y "comercios" de la provincia de Lugo.

"Se veían casi todos los fines de semana, salían a cenar, a tomar copas, hacían viajes...", relatan los implicados en la demanda presentada en el juzgado de la capital chairega, en la que también se recoge que "la relación sentimental era perfectamente conocida por la gente de ambos pueblos".

Fruto de esa relación de noviazgo "se produjo el embarazo". "Tras el alumbramiento, la mujer se fue a vivir a un pueblo de Vizcaya, donde todavía reside su hijo, y la relación entre los progenitores devino prácticamente inexistente".

El presunto padre biológico murió en 2017 sin testamento y sin hijos -se desconoce si se casó con otra mujer, de lo que no hay constancia es de que tuviese descendientes-, salvo el que presenta la demanda, que "siempre ha tenido la esperanza de que su progenitor lo aceptase y lo reconociera", algo que nunca llegó a ocurrir.

Tras el fallecimiento, el supuesto hijo "tuvo un periodo de dudas en cuanto a reclamar la paternidad o dejarlo pasar". "Tras varios años meditándolo ha sacado fuerzas e ilusión para reclamar un derecho que le pertenece y que siempre lo ha tenido en su interior", indica su abogado, quien confirma que "finalmente se ha decidido" para defender "su dignidad y la de su madre".

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