Propuesta ecológica

Skoda empieza el año 2020 con el lanzamiento de cuatro modelos equipados con tres sistemas de propulsión ecológicos que, sin duda, marcarán buena parte de la estrategia de futuro de la marca checa.
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photo_camera Skoda gama eco. EP
Desde el Citigo iV, el primer modelo 100% eléctrico de Skoda, hasta el SuperB iV, primer híbrido enchufable, pasando por los Kamiq G-TEC y el Scala G-TEC, propulsados por gas natural, la firma checa está ya inmersa en una nueva era que supone una alternativa real a los vehículos que funcionan con combustibles convencionales.

Dentro de esta estrategia de sostenibilidad, la compañía agrupa el desarrollo de su propia gama de automóviles eléctricos bajo la submarca iV, todos ellos dotados de soluciones técnicas encaminadas a aprovechar al máximo las posibilidades de esta tecnología. Para ello, Skoda invertirá en el desarrollo de estas nuevas soluciones cerca de dos mil millones de euros en los próximos cinco años, lo que supondrá el programa de inversión más grande de la historia de la compañía hasta la fecha.

CITIGO iV. Primer fruto de la estrategia de la marca hacia una movilidad eléctrica es el Citigo iV, que se convierte así en el primer modelo 100% eléctrico de Skoda. Este utilitario de claro carácter urbano está enfocado hacia un público joven, urbano y conectado. Equipado con un motor eléctrico de 61 kilowatios (kW) —82 caballos— y una batería de iones de litio de 38,6 kWh, permite al conductor recorrer hasta 253 kilómetros con una única recarga.

Este modelo ofrece a su conductor la posibilidad de elegir entre tres modos de conducción distintos: Normal, Eco y Eco+, que priorizan las prestaciones o la eficiencia de la conducción según decida el usuario en cada momento. Además de esos 253 kilómetros de autonomía, suficientes para que una gran mayoría de usuarios puedan cubrir sus necesidades de movilidad en trayectos urbanos durante una semana con una sola recarga, el Citigo iV alcanza una velocidad máxima de 130 kilómetros por hora y es capaz de acelerar de 0 a 100 en 7,3 segundos.

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SUPERB iV. El SuperB iV es el primer Skoda que recurre a un sistema de propulsión híbrido enchufable, lo que le permite recorrer hasta 57 kilómetros en modo exclusivamente eléctrico. Además, el apoyo del motor de combustión incrementa su autonomía hasta los 930 kilómetros, lo que supone toda una garantía en cuanto a movilidad.

Esta versión híbrida enchufable está disponible para los acabados Ambition y Style, así como para las variantes Sportline y L&K. Comparado con modelos que solo usan motor de combustión, la variante iV no solo puede equiparse con cualquiera de los sistemas de infoentretenimiento de la reciente tercera generación de la plataforma modular de infoentretenimiento MIB, sino que también está disponible con sistemas de asistencia opcionales adicionales, como el Trailer Assist y el Area View.

La batería, con una capacidad bruta de 13 kWh (10,4 kWh netos), puede recargarse cómodamente en un tiempo aproximado de cinco horas a través de un enchufe doméstico convencional, mientras que si se usa una wall box más potente, esta operación solo requiere tres horas y media. Con el lanzamiento de estos dos modelos eléctricos —Citigo iV y SuperB iV— Skoda da un importante salto adelante en su estrategia de incorporar a su gama más de diez modelos electrificados antes de que finalice el año 2022.

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GNC. Pero en su objetivo de lograr reducir al máximo las emisiones de CO2, Skoda no solo se centra en el desarrollo de vehículos eléctricos, sino que también explora otras soluciones como las que ofrece el gas natural comprimido (GNC).

El compacto Scala G-TEC y el SUV urbano Kamiq G-TEC —que se unen al Octavia G-TEC lanzado en 2015— recurren a un motor 1.0 TGi con una potencia de 66 KW (90 caballos), que se combina con transmisión manual. El propulsor ha sido específicamente diseñado para funcionar con gas natural ecológico. Comparado con el 1.0 TSI de serie, y para permitirle funcionar con GNC, el 1.0 TGi ha sido equipado con distintas levas de entrada y escape, un cabezal de cilindro revisado, una nueva toma de inducción, un regulador electrónico de la presión del gas, así como toberas de inyección especiales adaptadas para funcionar con GNC, y válvulas de escape.

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Además, como la combustión de GNC es limpia y no produce partículas, no hay necesidad de filtro. Todas estas innovaciones permiten al 1.0 TGi funcionar sin que se produzcan pérdidas de rendimiento significativas, manteniendo la dinámica de conducción y los valores de aceleración propios de propulsores alimentados por carburantes convencionales.

Ambos modelos incorporan tres tanques de gas natural y un depósito de gasolina de nueve litros, lo que le confiere una autonomía total de 630 kilómetros.

Estas versiones de GNC están disponibles con los acabados Active, Ambition y Style.

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