El porco celta empezó a desaparecer hacia los años cincuenta. Hasta entonces había ocupado un lugar destacado en los establos de Galicia, pero eso no impidió que se convirtiera en una especie en peligro de extinción. Hoy en día comienza a ser considerado un referente gastronómico de primer orden por la calidad y el sabor de su carne y sus derivados.
Las cualidades de la carne de porco celta son diferentes a las del cerdo tradicional. Su producción se cuida más, lo que repercute en el precio final (más caro) y los lechones crecen con mayor lentitud, en comparación con otras razas.
Ingredientes
- Manitas de cerdo celta.
- Queso de San Simón.
Elaboración
Se cuecen las manitas y, sin que se enfríen del todo, se deshuesan y se colocan en una placa sobre papel transparente. A continuación, se corta el queso en lonchas finas y se rellena de forma que quede un cilindro. Una vez realizado esto, se deja enfriar 24 horas. Por último, se corta en rodajas y se pasan a la plancha.
