El aumento de la esperanza de vida aumenta también el número de operaciones de cadera

Con las prótesis las personas ganan mucho en calidad de vida y sus dolencias mejoran

Los adelantos en la ciencia han permitido al ser humano alargar su esperanza de vida. Pese a que esto es algo positivo, debido a que nos permite vivir durante más tiempo, también es verdad que se empiezan a notar de una manera más evidente los achaques de la edad. En este sentido, los síntomas de la vejez se notan en diferentes achaques que también, afortunadamente para todos nosotros, la evolución de la ciencia ha permitido poner solución a estos mismos.

De esta manera, una de las operaciones que más se está llevando a cabo en los últimos tiempos, son las prótesis de cadera. Estas operaciones ya empiezan a ser un habitual entre buena parte de la población adulta y por ello son tan rutinarias que apenas presentan riesgos durante su intervención, de hecho, el riesgo más grave es el de la propia infección de la prótesis que tan sólo ocurre en el 1% de los casos.

Entrando en detalles de la colocación de una prótesis de cadera podemos observar que las personas mejoran su nivel de vida y que terminan por acabar con varias dolencias. De esta manera, se consigue caminar de una mejor forma y realizar ciertas actividades que anteriormente a esta operación eran completamente impensables.

De hecho, el poder recuperar la movilidad y el vivir sin dolor, son las principales motivaciones que llevan a la gente el realizarse una operación de este estilo. Desde luego estamos ante la solución final y por ello definitiva, ya que muchas veces con anterioridad se ha tratado de minimizar ese dolor con la toma de diferentes medicamentos o alguna operación parcial, pero llega el momento en el que estos tratamientos no dan más de sí y llega la hora de colocarse una prótesis de la cadera para poder retomar la vida que teníamos con anterioridad.

Después de la operación de cadera

Una vez que hayamos finalizado la operación, notaremos con el paso de los días como vamos recuperando la movilidad poco a poco y como nuestras piernas, empiezan a tener una mayor fuerza.

Dependiendo del tiempo que hayamos estado aguantando con dolores, probablemente para nosotros esto llegue a significar algo nuevo, algo a lo que ya no estábamos acostumbrados, puesto que lo habíamos ido perdiendo poco a poco con el paso de los días.

La calidad de las prótesis son tales, que incluso si pudiéramos podríamos realizar actividades deportivas de alto impacto sin tener que preocuparnos de la operación, como si estuviéramos llevando una vida normal, sin tener por supuesto, ningún tipo de dolor ni de recuerdo.

En definitiva, la opción de estar mejor se encuentra al alcance de nuestra mano en el momento que decidimos someternos a la operación. En este caso, el sufrimiento es opcional puesto que como hemos visto, el tratamiento siempre estará ahí, en aras de procurarnos una calidad de vida mucho mejor, disfrutando de esta de una manera que en otro caso, lo tendríamos impedido.

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