La Fiesta del “Carneiro ao espeto”, que tiene lugar cada último domingo de julio en el municipio pontevedrés de Moraña, es una verdadera celebración para los sentidos. Y es que en esta cita no sólo se come con el gusto; también con la vista y el olfato. La sola perspectiva de más de 150 corderos “espetados” (clavados) en el recinto de la Carballeira de Santa Lucía es, por si misma, un espectáculo.
Los participantes en la comida oficial tienen mesa reservada en la carballeira, con empanadas, pan, vino, agua, café, gotas y salsa “ajilismójilis”. Los demás pueden llevar el cordero para su casa o buscar dónde comerlo, ya que en la carballeira no queda un metro cuadrado libre.
Los lotes, que hay que reservar por adelantado, dan para alrededor de veinte personas. La fiesta crece año tras año, pero los organizadores de la misma se muestran partidarios de reducir a 120 las mesas en la carballeira, para garantizar un servicio perfecto, como hasta ahora.
Nada se deja a la improvisación en la fiesta. Las mesas están numeradas y adjudicadas de antemano a un grupo determinado. Unos grandes carteles alrededor de la carballeira, con un plano de la misma y de la distribución de las mesas, indica a quien corresponde cada una de ellas. Los carneros, una vez asados, se sortean entre los grupos inscritos para evitar suspicacias.
Lotes
Quien desee participar en esta fiesta gastronómica deberá realizar la reserva previa de uno de los lotes que la organización prepara a tal efecto, y que en la edición de 2007 se componía de:
Un cordero asado “ao espeto”, de 12 a 14 kilos.
Una empanada de trigo de zorza.
Una empanada de trigo de bacalao con uvas pasas.
Cuatro molletes de pan.
Doce botellas de vino tinto de la tierra “Carneiro ao Espeto”.
Doce botellas de agua mineral.
Una botella de salsa especial “Ajilismójilis” para el asado.
Café y aguardiente .
Servicio completo de mesa.
Cada lote es suficiente para 20 comensales y su coste es de 260 euros.
