La familia de Lupe Jiménez: "Veinte años de cárcel para un asesino no son nada"

La Audiencia de Pontevedra acoge este martes desde las 10.00 horas el juicio con jurado por el asesinato de Lupe Jiménez, en el que la Fiscalía solicita 20 años de prisión para su marido, el lucense José Luis Cortiñas, que se encuentra en prisión provisional desde el crimen, ocurrido en febrero de 2014.

Una de las hermanas de la fallecida, Cristina Jiménez (que también perdió a su madre un año después de la trágica muerte de Lupe), atendió amablemente a este periódico pocas horas antes del inicio del juicio. "Veinte años de cárcel no son nada para un asesino. Esperemos que al menos los cumpla de forma íntegra", declaró Jiménez, que añadió que "serán momentos muy difíciles para nosotros porque volveremos a recordar todo lo que sucedió".

El Ministerio Fiscal considera a Cortiñas autor de un delito de asesinato, con la circunstancia agravante de parentesco, y de un delito de aborto, al encontrarse la víctima en su quinta semana de gestación, "circunstancia conocida por el acusado que tenía intención de provocar la inviabilidad del feto", según se recoge en el escrito de acusación.

La Fiscalía señala que el 23 de febrero de 2014 José Luis Cortiñas circulaba por la carretera de A Coruña acompañado de su esposa, cuando detuvo el vehículo en un cruce en un monte próximo a Santiago, y "sirviéndose de una navaja que previamente había preparado a fin de dar muerte a su esposa", procedió a apuñalarla. Le clavó la navaja, supuestamente, doce veces en la región anterior del tórax, tres veces en el cuello y una en la muñeca, causándole la muerte "casi inmediata".

Además, la Fiscalía pide a la Sección Cuarta de la Audiencia pontevedresa que el acusado indemnice al hijo mayor de la pareja en la cantidad de 19.172,54 euros y a otros cinco, todos ellos menores de edad, en la cantidad de 47.931,33 euros cada uno por la muerte de su madre, con la que José Luis Cortiñas llevaba casado 24 años.

La Audiencia de Pontevedra ha reservado sala para celebrar el juicio en dos sesiones, mañana martes y pasado mañana miércoles, y ha ordenado que se adopten una serie de medidas adicionales de seguridad que incluyen, entre otras, el refuerzo de la presencia policial en la sede judicial para evitar que se produzcan altercados.

Esta última medida viene provocada por la decisión de la sociedad gitana de Galicia que, tras el crimen, anunció la decisión de su consejo de ancianos de expulsar a los Cortiñas de Galicia para "evitar baños de sangre" conforme "con la ley gitana".

Esta decisión provocó que más de un centenar familiares residentes en Vigo, Lugo, Ferrol y A Coruña se viesen obligados a abandonar la comunidad autónoma.