Las mejores navajas de afeitar para una piel suave y cuidada

Un barbero, durante un afeitado. EP

Hace unos años vivimos el resurgir de las barbas, la tendencia pedía un rostro poblado y un aspecto rudo. Las modas van y vienen y las barbas han dejado paso al gusto por una cara despejada y una piel suave. Sea cual sea la tendencia, lo que es evidente es que el hombre cuida cada vez más su aspecto y esto pasa por utilizar las mejores herramientas y aplicarse los mejores productos.

El afeitado tiene historia por los diferentes métodos y técnicas que se han empleado a lo largo de los años. Desde la Antigüedad se registran distintos utensilios que se usaban para recortar la barba aunque, hasta la llegada de la navaja barbera los resultados no eran totalmente satisfactorios ni el afeitado apurado. Se tiene conocimiento del uso de conchas afiladas, piedras pómez o cera de abeja como método para eliminar el vello corporal y facial. Hasta el siglo XVII no se crean las primeras navajas de afeitar. A partir de ahí, estos instrumentos han evolucionado muchísimo, pasando por el uso de maquinillas de afeitar desechables. El problema de estas últimas es que suelen producir irritación de la piel. Son muy baratas y los materiales no son los más adecuados por lo que suele ser necesario realizar varias pasadas en el rostro, dañando la piel.

Las ventajas de utilizar navajas de afeitar

Mientras crecía el gusto de los hombres por cuidarse por dentro y por fuera, por preocuparse por su belleza y por su higiene, iban aumentando los productos especialmente dedicados a ellos. Con el auge de la barba como elemento estético también proliferaron las barberías, y lo hicieron acompañadas de una esencia vintage que las hacía muy atractivas.

Las navajas, así, volvieron a gozar de una gran aceptación por el público. Pero ¿qué ventajas encontramos en el uso de este tipo de herramienta?

Funcionalidad: El afeitado es apurado y la experiencia totalmente profesional. Con ellas se procede a realizar una técnica clásica que ha perdurado a lo largo de los años. Con una navaja barbera de calidad te aseguras un afeitado de larga duración al mismo tiempo que cuidas tu rostro.

Variedad: No solo encontrarás muchos tipos de navajas diferentes dependiendo de tus gustos, tipo de hoja o precios, también podrás disponer de multitud de complementos. Herramientas extra para mantener tu navaja siempre en buen estado como un asentador de cuero que se usa para suavizar el filo de las navajas. Su función es re-alinear las mellas del filo sin retirar metal, al contrario de lo que hacen los afiladores. Una navaja de afeitar bien cuidada puede pasar de generación en generación como un recuerdo familiar.

Diseño: Muchas navajas de afeitar se pueden considerar una obra de arte. Las navajas Dovo, por ejemplo, marca reconocida y de prestigio en el sector, están hechas en Alemania de manera totalmente artesanal. Sus piezas se afilan y montan manualmente con rigor y meticulosidad. Además, podemos encontrar en ellas los acabados más elegantes: nácar, marfil o madera de ébano. Es un producto exclusivo y, como tal, los detalles no pueden faltar.

Piel sana y cuidada: Con una navaja de calidad solo es necesario dar una pasada al rostro. De esta manera la piel se mantiene suave y no hay rastro de rojeces, cortes o irritación de la zona.

Cómo cuidar tu piel antes y después de afeitarte

No se recomienda afeitarse justo al despertar porque el rostro está más hinchado y es más fácil que se produzcan cortes. Antes de afeitarse es importante limpiar el rostro y lavar la cara con agua fría. También se puede utilizar un limpiador que se adecúe al tipo de piel de cada persona. Durante el afeitado lo ideal es usar una crema o espuma y repartirla de forma equitativa por el rostro, cubriendo cada zona. Puedes ayudarte para esto de una brocha, especialmente indicadas para aplicar la crema en la cara. Una vez pases la cuchilla, recuerda no ejercer demasiada presión. Se trata de un elemento delicado a la par que efectivo y no funcionará mejor cuanto más aprietes sino cuanta más destreza tengas en los movimientos.

Tras el afeitado también es conveniente aplicar un gel que hidrate y refresque tu piel. La sensación será de lo más agradable y la piel quedará suave, además de evitar la irritación. Una vez hayas terminado con la navaja puedes lavarla con agua templada y secarla en su totalidad con un paño o toalla suave y limpia. Luego puedes guardar la navaja en su propia funda hasta su próximo uso.

Por último, es recomendable dejar la piel descansar por lo que hay que evitar, en la medida de lo posible, afeitarse todos los días. Si no te quieres dejar barba mucho tiempo, con dos o tres días puede bastar.