Pulpo y melindres en Melide

Melindres

Los melindres protagonizaron una fiesta gastronómica en Melide el pasado fin de semana. Para este, que se escribe con Letras Galegas, está la llamada a la celebración del pulpo en el Camino de Santiago.Quien haya realizado algunas etapas de ese viaje a Compostela sabe que en entre los caminantes o los ciclistas que van a esta secular cita la referencia al pulpo en Melide es una constante. Circula de boca en boca la cita para encontrarse en la pulpería en Melide

Acaba de aparecer en Francia ‘Immortelle Randonnée. Compostelle malgré moi’, de Jean-Chistophe Rufin, que fue premio Goncourt, (262 páginas, 19,50 euros). Sirva esta referencia bibliográfica como muestra de la permanente actualidad de la inmortal caminata a Santiago y de la atención que siempre ha tenido en Francia la ruta jacobea.

Melide era el pasado domingo una fiesta de música de gaitas por todas sus rúas y plazas y una celebración de dulces de Galicia y de algunas otras zonas de España. El clima ayudó a esa jornada festiva. Hubo gran afluencia de visitantes. El melindre es una elaboración artesanal que se identifica con melide. Hay más localidades en Galicia con el melindre como especialidad, como Silleda o Allariz. En Melide cuenta con tradición y una presentación propia, como una gran montaña de esas pequeñas rosquillas pegadas entre sí por el azúcar. El melindre es en la tradición un postre festivo, un exceso para la feria o para la romería. El romero vuelve a casa con melindres o rosquillas, igual que el labrador que regresaba de la feria con ese agasajo para los suyos después de una buena o mediana operación económica. El melindre es regalo que se repartía entre vecinos y familiares después de una boda en una casa.

A mí me basta con un par de melindres para darme por satisfecho. Se me hace excesivo el dulce. ¿Frescos o ligeramente «maduros»? Pues casi opto por el melindre que tienda a crujir ligeramente al introducirlo en la boca. Prefiero un melindre que haya que morder a uno que se disuelva al introducirlo en lo boca. Hablo de mis preferencias que no tienen valor alguno de canónicas.

Me parece un acierto mantener y potenciar estas tradiciones. Como probablemente sería deseable que la mano sabia de un pastelero avanzase en presentaciones y ofertas más evolucionadas en base a l a tradición. Con esto quiero decir únicamente que pueden buscarse opciones que respondan a los actuales gustos y tendencias en materia dietética.

La cita de este fin de semana con el pulpo bajo el paraguas del Camino debería consolidarse. Será sin duda también un éxito de público, como la jornada del melindre. Ha de verse como un acierto la vinculación del pulpo y el Camino. Es una realidad y una celebración para el peregrino el pulpo en Melide. No hay que construir fantasías sobre la gastronomía en el Camino. Sentémonos en Ezequiel, en unas mesas largas como de vieja taberna de feria, escuchemos las conversaciones en como rico jardín de lenguas de los peregrinos y observemos cómo desde las más diversas diferencias gastronómicas ese plato de pulpo a la manera tradicional gallega, á feira, se convierte en obligado rito para quien camina a Compostela. Hay más lugares en Melide para comer el pulpo. Ezequiel hizo la marca . En las inmediaciones está el Alongos, con excelente elaboración del pulpo, y algún otro más.

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