El orujo sobrevive al descenso del consumo alcohólico

El consumo de orujo el año pasado subió el 8,3 por ciento hasta los 10 millones de litros, lo que supone todo un espaldarazo a esta bebida en un contexto de bajada generalizada de la ingesta de alcohol. Así se pone de manifiesto en el estudio, encargado por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Geográfica Protegida ''Orujo de Galicia'', presentado este lunes en Madrid.

El presidente del Consejo Regulador, Evaristo Rodríguez, ha indicado que este incremento supone una oportunidad para este producto que los consumidores identifican con Galicia.

La facturación del sector alcanza los 270 millones de euros, de los que el 69,4 por ciento proceden del canal hostelero y el resto del canal alimentación en el hogar.

En el último año, el volumen de aguardiente acogido a la DOGP ha crecido hasta los 340.346 litros, lo que representa un incremento del 31,32 por ciento con respecto al año anterior.

Por ello, Rodríguez ha avanzado que es el momento de dar a conocer las ventajas de este producto avalado por la DOGP entre los consumidores, ya que se ha conseguido alcanzar entre los 75 elaboradores controlados una gran calidad.

Los orujos que se estilan en Galicia
Aromas afrutados, con tonos cítricos, florales y herbáceos, son las principales características de cata de los orujos blancos gallegos avalados por esta Denominación, según indica Sandra Cortés, miembro de su panel de cata.

Cortés asegura que los orujos punzantes por el grado alcohólico han dado paso en los últimos años a bebidas más delicadas con el alcohol integrado.Ha recordado que los orujos blancos han de ser completamente transparentes y que su temperatura de servicio adecuada está en los diez grados, ya que más frío pierde todas sus notas de cata.No obstante, y pese a que el 59 por ciento de los consumidores degustan esta bebida después de la comida, la DOGP apuesta también en su uso para la elaboración de cócteles, como el ''orujo sour'', con zumo de limón y azúcar.

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