Consejos para irse de vacaciones a última hora en verano

Las vacaciones están a la vuelta de la esquina y hay que ir cerrándolas. No importa si te vas a Vietnam o si te has decidido por fin a hacer el Camino de Santiago. Hay que ir cerrando destino y, respecto a lugares lejanos, también medio de transporte, ya que a medida que se va acercando el periodo vacacional, más van subiendo los precios, lo que lleva a muchas personas a solicitar créditos rápidos para vacaciones, sobre todo si se trata de vacaciones en familia.

Los préstamos rápidos, además, se pueden hacer por internet, obteniendo el dinero que se necesita casi en tiempo real, por lo que en muchos casos se realizan casi contemporáneamente a la búsqueda del plan ideal.

No es lo mismo una semana en algún sitio para dos personas que para cinco. Aunque se intente ahorrar de alguna manera, en el momento en el que hay desplazamiento en algún medio de transporte que no sea el vehículo privado, el gasto se multiplica considerablemente, por lo que en muchas ocasiones se recurre a los préstamos personales.

En un estudio realizado por el Banco Central Europeo hace un par de años, España resultaba ser el tercer país con un porcentaje más alto de segunda vivienda, sólo por detrás de Chipre y Grecia.  A la fecha del estudio, 2014, el 36,2% de los españoles tenían una segunda casa y la mayoría de éstas están concebidas como casas vacacionales, en playa o montaña, según los gustos de sus propietarios.

Dicho estudio también mencionaba que de las hipotecas pendientes, sólo el 7% representaba la de la segunda vivienda, más económica que la principal y rápidamente amortizable si se tiene en consideración el gran desembolso que para muchas familias suponen las vacaciones de verano.

Si no estás entre esa lista de personas que tienen ya fijado dónde pasarán el mes de agosto y, con los fechas que son, aún no tienes cerrado destino, te dejamos unos consejos para que puedas hacer búsquedas inteligentes y casi a tiro hecho.

  • Fechas: es cierto que cada vez más personas prefieren irse en julio, por aquello de que “no está tan saturado”. Y como “no está tan saturado”, julio suma adeptos y no tardará en convertirse en el nuevo agosto. Mucho es cuestión de gustos o de posibilidades, ya que hay oficinas o centros de trabajo que cierran determinadas fechas, frecuentemente en agosto, mes en el que todo se paraliza. Así que, si tienes las fechas ya cerradas, no le des más vueltas, resígnate y busca qué hay que te pueda interesar.
     
  • ¿Montaña, mar o ciudad? También cuestión de gustos. En algunos casos se puede combinar. Si es así y tú lo quieres, no dudes en hacerlo, pero si no, olvídalo y concéntrate sólo en uno. Cuanto más se filtre la búsqueda, mejor será el resultado. Por otro lado, intenta huir de los destinos extremadamente turísticos porque es posible que a estas alturas ya no quede nada o sea muy caro y no te compense.
     
  • Tipo de alojamiento y dónde: Si decides ir a la playa y quieres ahorrar, no te plantees primera línea de playa. Vete directamente a segunda o, incluso, tercera. Si tienes que dar un paseo de 25 minutos hasta la playa, no pasa nada. Haces ejercicio – armándote con una botella de agua fresquita por si hace calor – y te ahorras en alojamiento. En muchas ocasiones, los hoteles ponen las tarifas basándose sólo en la ubicación y quizá otro, con el mismo servicio y una localización un poco peor, es mucho más barato. A veces, por otro lado, sobre todo las familias con niños pequeños, valoran alojamientos que tengan miniclub y actividades infantiles, en ese caso, no dudes en llamar para informarte de ello y si tiene coste para no llevarte luego sorpresas y haber perdido la oportunidad de elegir otro.
     
  •  Medio de transporte: este debe ser un aspecto que influya mucho sobre una opción u otra. Aquí deberás decidir si quieres primar tu comodidad, - e ir en avión – o la economía – e ir en coche siempre que sea posible. El factor distancia será el decisivo y, en muchos casos, la edad de los hijos, si se tienen, y la idea de cómo pueden soportar determinadas horas de coche, también.
     
  • Vida en destino: una vez llegues a tu lugar de vacaciones, podrás ir a restaurantes para comer y cenar, o contratar media pensión o, en el caso de que te hayas decantado por un apartamento, hacer la compra y cocinar allí. En cualquier caso y de todas formas, también tendrás que informarte del nivel de vida de la ciudad a la que vayas, el precio de entrada a los lugares de interés o cuánto puede costar un helado.

Estos cinco aspectos pueden ayudarte a escoger un lugar de vacaciones que no sea excesivamente caro y que puedas pagarlo. Recurrir a los créditos online es otra opción que deberás valorar si no encuentras lo que quieres a precios convenientes a estas alturas de la temporada. ¡Buen viaje!

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