Blog | Arquetipos

Para no perder de ese modo

PARA NO PERDER como si fuera siempre invierno, siempre lloviendo. Para no perder como si fuera inmensidad o tiempo absoluto o nada llena de elementos inertes que, sin embargo, gritan demasiado. Para no sentir que has perdido la capacidad de sentir y de ser sentida, para no perder como si te perdieras de modo definitivo. Para no perder así, acuérdate de que una vez hubo, lo que fuera, y sonreíste. De que otra vez alguien te dijo pasa, entra, acomódate en mi mundo, despliega el tuyo, trata de ser feliz. Para no perder de un modo inútil, recuerda que lo que duele no ha de ser —necesariamente— dolor para herida que jamás cierra, que puede ser dolor o tristeza o pesar que sirven para construir alguna cosa. Pongamos un edificio o un poema o una nueva dirección.

Para no perder como si fuera el final de todo. Acuérdate de que lo desconocido siempre va a ser más grande, de que lo inexplorado y la aventura esperarán por ti, en cualquier plaza atestada de gente dispuesta y gente dormida y gente vacía y gente valiente. Recuerda que podrías hablar con cualquiera y podrías integrar cualquier grupo o todos los grupos o ninguno. Recuerda que el silencio a veces repara, pero no el olvido. Que la soledad también, pero no la memoria rota. Déjame decirte que se puede perder sin ser demasiado abismo, que en alguna parte hay un fondo en el que se puede descansar y preguntar y que, mucho antes de ti —y antes de aquella oscuridad tuya— hubo otros seres caídos, pero no derrotados. Para no perder así, como un fracaso, es bueno pensar que todavía existen las historias.

Es mejor no irse del todo, para no perder tanto; no borrar con tanto ahínco, hasta el hueso, para no perderlo todo. Intenta creer en algo en alguien en ti. Acumula cuentos que te contaron y atrévete a rechazar lo que no quisiste ni quieres ni querrás. No tengas miedo de la fuerza que tiene la verdad. Con tus propias manos, con tus ojos, con tu voz. Deshazte de lo falso. Dile a lo que fuiste que quizá sea mejor cambiar o recuperar o reestructurar. Conversa contigo sin sentir que ya no tienes un espejo. Al otro lado, aquí al lado, en este instante, encontrarás el sentido que creíste perder. Tal vez todo se vuelva a llenar de primavera o quizás ya no quieras primavera nunca más. Perder no es perder las estaciones sino el deseo de las estaciones. Pero el apetito vuelve. Y no es frío y no es desapacible y no es aborrecible, siempre.

Para no perder como si perder fuera el desastre único, el único lenguaje, acuérdate de que hay un lejos y un cerca que se tocan y se abrazan y que hubo y habrá palabras que, aún sabiendo lo que es herir, jamás producirán daño. Para no perder así, ven, regresa, atraviesa, despliega, pero no huyas. Vuelve sin haberte ido demasiado allí, demasiado hondo. Acuérdate de que desde aquí es posible hacer y deshacer, continuar y reconocer el entorno que te abriga. Recuerda que el entorno no es sólo lo que tienes inmediatamente delante o detrás. Recuerda que el entorno es el mundo al que quieras llegar y que eso  suele ser inmenso y apetecible. Para no perder así, desmoronándote, invoca al amor y a lo humano y propicia encuentros, prepárate para recibir la delicadeza de un gesto o de una mirada. No pierdas la habilidad de la búsqueda ni la de la duda, no pierdas la alegría que supone un anhelo. Para no perder, no creas, tampoco, que ese anhelo te salvará de algo o de todo. Simplemente desea sin hacer el cálculo. El resultado no va a tener que ver contigo de manera exclusiva. Para no perder la totalidad recuerda que hay personas como tú y como otras, que existen las grietas y los requiebros y las adivinanzas y los secretos y las mentiras y las maldades y el horror. Acuérdate de que el horror no es únicamente la pérdida, de que existe un horror presente, constante y visible, de que, para no perder, necesitamos observarlo directamente. Como se mira la parte de una que no se comprende. Con coraje suficiente.

Para no perder así, de modo tajante y sin retorno, acuérdate de mí. Que trato de escribir lo que a veces no se puede o a veces no se quiere o a veces no existe.
 

Comentarios