Blog | Marta está harta

Desmitificando adolescentes

Adolescentes. EP

LA ADOLESCENCIA es una etapa más del desarrollo de toda persona. Y debemos de tener en cuenta que habrá algunos o algunas adolescentes que vivirán la etapa con más conflictos internos y más emociones intensas, que otros. No podemos ponerlos a todos en el mismo saco ni generalizar. Y tampoco generalizar con eso que llamamos patrones de comportamiento adolescente, ya que muchos son lo que llamamos mitos. Por eso hoy vamos a desmitificar a los adolescentes que no son tan malos como los pintan ni tan difíciles, es todo cuestión de un poquito de mano izquierda.

Desmitifiquemos entonces:

Los adolescentes pasan de sus padres, no les importa lo que piensen. FALSO. Sí que les importa lo que piensen sus padres, solo que en la mayoría de los casos no lo reconocen. Es más, a la mayoría de los adolescentes les preocupa bastante decepcionarles. 

Los adolescentes no quieren hablar con sus padres. FALSO. Sí quieren hablar con sus padres, pero no podemos esperar que quieran hablar en ese momento "bronca".

Las chicas son más difíciles que los chicos. FALSO. Además de ser muy sexista afirmar esto, y aunque las madres de chicas crean que como la suya ninguna. Una adolescencia con más intensidad de emociones o menos no depende del género, si no del carácter de la persona, de la relación con sus padres, de sus relaciones sociales, de su autoimagen…de muchos aspectos, pero no de su género.

Todos los adolescentes son irresponsables. FALSO. Hay algunos que son irresponsables y otros que son muy responsables. Es cierto que la adolescencia es una etapa en la que buscan en cierto modo transgredir las reglas y probar experiencias nuevas, pero ni todos los adolescentes caen en conductas de riesgo ni todos son irresponsables.

La adolescencia requiere pasar de la dependencia a la independencia y ya no necesitan a los padres. FALSO. Este es uno de los pensamientos más equivocados Necesitan a sus referentes paternos, y mucho. Necesitan la seguridad emocional que les podemos proporcionar, que les debemos garantizar. Con sus conductas en las que buscan independencia no buscan alejarse de nosotros, más bien buscan acercarse al mundo. Pero necesitan saber que nosotros estamos allí para ellos. Que somos su paracaídas por si se equivocan. Un ejemplo son los casos de adolescentes con familias desestructuradas que tienen más riesgo a caer en conductas de riesgo para su salud.

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