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Breogán

Breogán. MARUXA
photo_camera Breogán. MARUXA

El principal y demostrable mito fundacional de la patria gallega procede de Irlanda. Somos los gallegos pobladores de una nación muy dada a que vengan de fuera a decirnos la buena patria que conformamos. Así va la cosa.

Nuestra nación tiene dos grandes mitos fundacionales: Breogán y el apóstol Santiago. Sobre el segundo, relacionado con la leyenda de la reina Lupa, ya le digo yo que no hay nada. Cada vez creo menos en la tradición oral. Lo digo porque una vez llegamos a las cercanía de un castro relacionado con Lupa y le preguntamos a un vecino, el que atesoraba el conocimiento, sobre los supuestos dominios de la reina Lupa y nos dijo: "Toda esa pedra que falta alí, neste muro do castro, roubeina eu", y para compartir y ampliar su conocimiento sobre el asunto, cuando le preguntamos cuáles eran los dominios de Lupa, pensó la respuesta durante cuatro minutos, nos improvisó un marco imaginario y aclaró: "De alá cara aquí mandaba ela; de aquí cara alá, mandaría outro, supoño", y así es como en Galiza se hace antropología y se construye la tradición.

Resulta que andamos toda la vida con tonterías sobre el Apóstol y la Lupa, personajes de ficción, y por el camino olvidamos al gran fundador de nuestra nación: Breogán. La existencia de Breogán está demostrada, y no porque como buenos gallegos la basemos en el testimonio de un ladrón de piedra. La prueba de la existencia de Breogán nos llega desde Irlanda. De hecho, mientras llevábamos siglos creyendo en el apóstol y en la Lupa, desconocíamos que en Irlanda tenían a Breogán como el fundador de su nación, lo que sitúa a la nuestra como muy anterior, obviamente. Hay un texto, el Lebor Gabála Érenn, publicado en el S. XI, que determina que Breogán fue el gallego iniciador de una saga de guerreros gallegos que conquistaron Irlanda y que conformaron la cultura celta. Dice la crónica que Breogán, fundador de Brigantia, cuya existencia está situada entre A Coruña y Betanzos y recogida en crónicas sobradamente acreditadas, inició la conquista de Irlanda, y que los sucesores de Breogán, hijos, sobrinos y nietos, continuaron la labor.

Eso lo supimos en Galiza con siglos de retraso. Así somos, que hay que esperar mil años para creernos nuestra Historia, porque lo cómodo es creer en tonterías de apóstoles y reinas basadas en ladrones de piedras y no en crónicas irlandesas que dicen que una saga de gallegos, de existencia perfectamente documentada y contrastada, fundaron Galicia y conquistaron Irlanda. Sucede que los gallegos somos tan gallegos que no nos creemos nuestro relato ni cuando nos lo cuenta una crónica irlandesa de hace mil años.

Tardamos miles de años en saber que la existencia de Irlanda es cosa nuestra

Cantamos nuestro himno, que es una preciosidad, y llegamos a ése final épico: "Nazón de Breogán", y coreamos con entusiamo: "De Breogaaaaaán", ignorando que si no fuera por los irlandeses que se preocuparon de decirnos quién era Breogán, nosotros no conoceríamos su existencia, ni por tanto la nuestra. Resulta que tenemos ahí razones para preocuparnos por nosotros mismos. El Lebor Gabála Érenn, la crónica irlandesa que reconoce a Galiza como la fundadora del mundo celta, la conocimos con siglos de retraso. La primera vez que se publicó en Irlanda, que yo sepa, fue en 1723, cuando gente interesada encontró los manuscritos escritos siete u ocho siglos antes y los publicó en su idioma original. En Galiza tardamos unos cien años en enterarnos.

Echemos cuentas: Esto fue escrito en el siglo XI, o sea, hace mil años. Los irlandeses lo encontraron en un archivo y lo transcribieron en el XVII. Resulta que a partir de ese momento y hasta cien años después cuando algunos historiadores gallegos se fueron ocupando del asunto, que las cosas iban lentas por entonces En fin, que conformamos un pueblo tan estupendo que tardamos miles de años en saber que la existencia de Irlanda es cosa nuestra. ¿Cómo es posible que tengan que venir los irlandeses a decirnos que hemos fundado Irlanda y aun así nos cueste creerlo? Somos así.

Resulta que por si no bastaran las fuentes y la documentación, los análisis de ADN realizados en los últimos años han venido a demostrar que el pueblo irlandés tiene procedencia gallega, pero bueno, desde aquí decimos que puede ser, que depende, que a ver, que ya lo pensaremos. O sea, resumiendo: que las crónicas externas que nos dicen desde hace siglos que somos el corazón del mundo celta no nos las creemos, ni mucho menos los análisis de ADN. Para creer en nuestro pasado no nos vale ni la Historia ni la Ciencia, porque como buenos gallegos que vamos descubriendo nuestra importancia con mil y pico años de retraso, estamos dispuestos a llevar la contraria hasta al ADN con tal de no reconocer que Europa entera hubiera sido otra cosa sin nosotros. Da igual. Muy a nuestro pesar tenemos un himno escrito por Pondal que nos habla de Breogán. Algo es algo. Lo menos que podemos hacer en honor a nuestras abuelas es poner "Breogán" en Google y perder ahí cinco minutos aprendiendo quiénes sómos y de dónde venimos. Ojalá supiéramos a dónde vamos.

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