Segunda vuelta electoral en menos de un mes

Los comicios de este domingo miden la hegemonía de la izquierda y el liderazgo de la derecha

Votantes en un colegio electoral de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz). JOSÉ MANUEL VIDAL (EFE)
photo_camera Votantes en un colegio electoral de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz). JOSÉ MANUEL VIDAL (EFE)

Los colegios electorales han abierto este domingo por la mañana para las segundas elecciones en menos de un mes. Los partidos abordaron la campaña electoral para las municipales, autonómicas y europeas como una segunda vuelta de las generales del 28 de abril, para medir y consolidar la hegemonía de la izquierda y determinar el liderazgo dentro de las derechas.

Esta fue la tónica que marcó los diferentes actos de campaña de los líderes de los distintos partidos. Así lo hizo Pedro Sánchez, que llamó abiertamente a "rematar la faena"; también Pablo Casado, que reclamó el retorno del
voto que se fue a Vox para lograr la "remontada" y mantener el liderazgo de la derecha. Mientras que Podemos trata de mantener el poder municipal que ganó en 2015 y Ciudadanos y Vox pelean por seguir captando voto popular y minar el liderazgo de Casado.

Durante estos quince días de campaña, el mensaje en clave europea quedó muy diluido por la coincidencia con los comicios municipales y autonómicos, aunque sí hubo una advertencia generalizada de los partidos tradicionales en los debates, tanto en los celebrados en España como el que tuvo lugar en Bruselas entre los candidatos europeos a la Comisión. Se trata del temor a que los distintos partidos de ultraderecha y euroescépticos sigan creciendo en el Parlamento Europeo y puedan llegar a lograr el 33 por ciento, ya que en ese caso muchas decisiones que se deben adoptar por mayoría cualificada podrían quedar bloqueadas.

CATALUÑA. En el terreno nacional, la situación de Cataluña siguió marcando el debate y los reproches entre los partidos. Sobre todo en la recta final de la campaña, con la asistencia a la constitución de las Cortes de los políticos presos por el procés.

La fórmula utilizada por los independentistas para acatar la Constitución al apelar a la defensa de los presos y el saludo del líder de ERC, Oriol Junqueras, al presidente, Pedro Sánchez, volvieron a incendiar el debate entre izquierdas y derechas, con Albert Rivera tratando de capitalizar las quejas en el pleno del Congreso.

"Tenemos que hablar", le dijo el dirigente independentista a Sánchez. Ante lo que el jefe del Ejecutivo respondió: "No te preocupes". Una frase en la que se basaron los partidos de derechas para acusar al jefe del Ejecutivo de tener preparado el indulto para que Junqueras le ayude a seguir en la Moncloa.

La pelea se recrudeció a raíz de la decisión de la nueva presidenta del Congreso, la catalana Meritxell Batet, de pasar al Supremo la pelota de la decisión de suspender a los políticos presos, a pesar de que el tribunal que los está juzgando había emitido un auto indicando que la Cámara podía aplicarles la suspensión prevista en la Ley.

Pero el Supremo se mantuvo firme en su decisión de que fuera el Parlamento quien adoptase y ejecutase la suspensión. Así se lo comunicó a la presidenta de la Cámara. Batet, finalmente pidió un informe a los letrados de las Cortes, que avalaron la suspensión y así fue acordada por la mesa.

Pero el intento de pasar la pelota al Supremo sirvió de nuevo para avivar las acusaciones de Cs, PP y Vox contra el Gobierno y Batet. Los populares amenazaron con reprobar a la recién estrenada presidenta del Parlamento y llevarla a los tribunales por "prevaricación y desobediencia" si no suspendía de inmediato a los presos "golpistas". Mientras que Cs pidió a Batet que se dejara de "excusas baratas" y Vox reclamó revocar la condición parlamentaria de los diputados presos por "fraude de ley" en el acatamiento.

El asunto de Cataluña protagonizó incluso el debate a nueve de los candidatos europeos que se celebró en RTVE a tres días del final de campaña. Los intervinientes en nombre de Junqueras y de Puigdemont no cejaron, a lo largo de las dos horas que duró, de recriminar la situación de estos calificándolos de "presos políticos", lo que provocó encendidas respuestas por parte de PP, PSOE, Cs y VOX.

ESTRATEGIA. Las estrategias de los partidos para estos comicios han convertido la campaña en una segunda vuelta, como se ha puesto de manifiesto con la llamada de Pedro Sánchez a la movilización para "rematar la faena" de las generales y que el cambio "sea rotundo" en toda España.

Para ello ha vuelto a agitar el discurso de los pactos entre las tres derechas como hizo en las generales, aunque tardó unos días en arrancar la campaña, ya que el inicio de esta coincidió con el fallecimiento de Rubalcaba.

Podemos, por su parte, midió mucho sus intervenciones pensando en una posible negociación con el PSOE para un gobierno de coalición, aunque eso sí, intentado lograr mas apoyo para hacerse con la llave de los gobiernos  regionales y municipales que pueda pactar con el PSOE.

El líder morado participó de la campaña pero no tuvo presencia en las plazas de algunos ayuntamientos del cambio en los que Podemos peridió peso en favor de apuestas mas personales, como en Madrid o Zaragoza.

Por el lado de la derecha, la pelea por disputarse los votos ha continuado entre Casado y Rivera y en menor medida, de Abascal. El líder popular se ha volcado en la campaña, con hasta 5 actos diarios, para retener el liderazgo de la derecha y ha apelado a la "remontada" citando expresamente a Rafa Nadal o al Liverpool en la Champions contra el Barça.

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