Acariciado por el viento

El primer modelo eléctrico de Audi destaca por su gran carga tecnológica y una cuidada aerodinámica que le permite superar los 400 kilómetros de autonomía

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photo_camera Audi e-Tron.

En la primera toma de contacto realizada al volante del e-Tron, el primer modelo totalmente eléctrico de Audi no solo sorprendió por su refinamiento de marcha y capacidad de aceleración gracias a sus 408 caballos de potencia, sino también por conseguir una autonomía, en condiciones reales de tráfico, de más de 400 kilómetros, una de las más altas del mercado, y eso a pesar de sus 2,5 toneladas de peso.

Para llegar a estas cifras de autonomía, Audi no ha regateado en esfuerzos y ha desarrollado un vehículo cuya premisa básica es tan clara como difícil, ser el mejor coche eléctrico del mercado. Para conseguirlo, uno de los aspectos más cuidados ha sido, sin duda, el referente a la aerodinámica y, de hecho, con un coeficiente de resistencia del 0,28, este modelo se convierte en el SUV de su segmento más aerodinámico del mercado.

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Reducir la resistencia a la rodadura al máximo ha sido el objetivo de los ingenieros encargados de desarrollar el e-Tron y, para ello, antes de lanzar al mercado la versión definitiva, fueron necesarias más de 1.000 horas de ensayos en el túnel del viento que la firma posee en Ingolstadt. En estas instalaciones, el e-Tron fue sometido a las condiciones más extremas, enfrentándose a vientos que llegaron a superar los 300 kilómetros por hora.

Con estas simulaciones, los técnicos pudieron empezar a recopilar datos para mejorar el flujo de aire en toda la carrocería y, de hecho, el e-Tron reduce su coeficiente de resistencia en casi un 0,07 respecto a un modelo de tamaño similar y propulsado con un motor de combustión convencional. Esto quiere decir, que solo por estas mejoras aerodinámicas, el e-Tron ya dispone de 35 kilómetros más de autonomía por cada recarga de batería en ciclo WLTP.

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Entre las soluciones más llamativas para mejorar ese coeficiente aerodinámico está la de sustituir los retrovisores convencionales por los Audi Virtual Mirror, que se ofrecen como opción. Si se opta por este sistema, cada uno de los soportes exteriores que deberían soportar los espejos, integra ahora una pequeña cámara, cuyas imágenes se presentan en una pantalla Oled, situada entre el salpicadero y la puerta.

Lo verdaderamente llamativo es lo bien que funciona el sistema y, aunque es cierto que el conductor necesitará un pequeño periodo de adaptación, la nitidez con la que aparecen las imágenes en la pantalla hace que la visión sea mucho mejor que la que ofrece un retrovisor convencional.

Otra medida que aporta al e-Tron una mayor aerodinámica es la suspensión adaptativa ajustable. Este sistema hace que la altura de la carrocería baje hasta 2,6 centímetros a velocidades superiores a 120 kilómetros por hora. Además, un carenado cubre la parte inferior del vehículo y a través de unos orificios situados en la parte que protege la batería hace que mejore el flujo de aire a alta velocidad.

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La parrilla, denominada Audi Singleframe, también constituye otro importante avance desde el punto de vista aerodinámico. Las lamas que la componen están controladas electrónicamente, de modo que cuando están cerradas el aire fluye de forma limpia y sin crear remolinos. Por el contrario, cuando el motor y los frenos superan ciertas temperaturas se abren de forma asimétrica para mejorar la refrigeración.

Este sistema se complementa además con cuatro conductos de ventilación en las entradas de aire laterales, cuya misión es dirigir de forma óptima el flujo de aire en los pasos de rueda. En este sentido, también destaca el especial diseño de las llantas de 19 pulgadas, que han sido optimizadas para permitir un mejor flujo de aire.

En definitiva, un modelo que se deja acariciar por el viento.

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