Acusa a dos hombres de "robarle, pegarle, obligarle a desnudarse y practicar una felación"

La Fiscalía considera "válida" la declaración de la víctima, pese a las "contradicciones", y pide once años y medio de prisión para los acusados
Juicio en la Audiencia de Ourense contra dos acusados de robo y agresión sexual a otro varón. EUROPA PRESS
photo_camera Los dos acusados, durante el juicio. EUROPA PRESS

La sección segunda de la Audiencia Provincial de Ourense ha acogido este jueves un juicio contra dos varones, a los que otro hombre ha acusado de intimidarle con una navaja para "robarle, pegarle, obligarle a desnudarse y practicarle una felación a uno de ellos".

Así lo ha manifestado la víctima en la vista oral en la que los dos acusados, un ciudadano de Rumanía y otro de Marruecos, ambos con antecedentes penales, se han negado a declarar. La Fiscalía solicita una pena de prisión de once años y medio de cárcel para ambos procesados por los delitos de robo y agresión sexual; además de dos meses de multa, a razón de seis euros al día, por lesiones.

Durante el juicio, la víctima ha asegurado que había quedado, en enero de 2017, con los acusados a los que "no conocía con anterioridad" con el fin de adquirir un teléfono. Así, ha relatado que se citaron en las inmediaciones de un establecimiento público y que una vez allí le pidieron que "entrase en el coche" de uno de los acusados, y "condujeron hasta la zona de Oira", en compañía de una tercera persona que no ha sido identificada.

Una vez allí, el perjudicado ha relatado que, "por espacio de una hora", le intimidaron con "una navaja" para que "les diera todo lo que llevaba encima". "Les di el móvil, 100 euros, dos tarjetas del banco y una del supermercado. Ellos insistían en que les entregase 4.500 euros que yo no tenía", ha añadido.

A continuación, ambos le golpearon y le obligaron a "sacarse la ropa y practicarle una felación" a uno de los acusados que, en un momento dado, "le introdujo los dedos en el ano", todo ello "mientras los otros dos presentes miraban".

Finalmente, ha manifestado que los acusados "lo dejaron tirado" en el lugar de los hechos después de devolverle el teléfono sustraído y advertirle de que si denunciaba lo ocurrido le quitarían la vida porque "sabían dónde vivía".

DENUNCIA. A pesar de ello, ese mismo día decidió "dirigirse a comisaría". Los agentes que lo atendieron han declarado en el juicio que lo vieron "compungido y nervioso" y explicaron que lo enviaron a casa a "por su identificación y para cargar el teléfono sin batería en el que decía tener los datos de los acusados".

La víctima no volvió para presentar una denuncia formal hasta cinco días después. Más tarde, la víctima renunció tanto al ejercicio de las acciones penales como de las acciones civiles, solicitando el archivo de las actuaciones.

CONTRADICCIONES. En su informe, el Ministerio Fiscal ha considerado que "los hechos quedaron acreditados", a pesar de "ciertas contradicciones en las declaraciones de la víctima".

Por su parte, las defensas han aludido a "contradicciones sustanciales" y "falta de coherencia y soporte de la versión de la víctima" para solicitar la absolución de sus clientes. En concreto, se han referido a una "absoluta falta de esfuerzo probatorio", dado que la víctima "no aportó en ningún momento el listado de llamadas y mensajes intercambiados con los acusados".

Además, una de las letradas ha insistido en que "el informe médico de la víctima no refería marcas de ningún tipo después de la agresión física" y que los agentes "no refieren en ningún momento ropa rota en la víctima". La defensa también ha cuestionado que "no se encontró ADN en el interior del vehículo".

Tanto el Ministerio Fiscal como las letradas de la defensa han coincidido en partir del hecho de que "los tres se conocían con anterioridad" y que "probablemente el motivo de la cita no fuese la adquisición de un teléfono móvil sino un asunto de compra y venta de droga".