El PSOE prevé llamar este martes a los equipos negociadores de Unidas Podemos para trasladarles una nueva oferta de cara a recabar su apoyo a la investidura de Pedro Sánchez, una vez que no la ha conseguido en la primera votación y se convocado la segunda para el jueves. Según fuentes socialistas, pedirán a Unidas Podemos una "reunión formal" de los equipos negociadores para debatir esa nueva oferta y tratar de buscar el acuerdo.
Tras la investidura fallida de este martes, frustrada porque el candidato socialista recibió 170 votos negativos —frente a 124 apoyos y 52 abstenciones—, Pedro Sánchez no ha abandonado el Congreso sino que se ha quedado en su despacho en la zona de Gobierno con algunos de los principales representantes de la negociación: la vicepresidenta Carmen Calvo; la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y el secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos.
Los socialistas esperan que a partir de ahora en las conversaciones con Unidas Podemos prime la "racionalidad" para facilitar la consecución de un pacto, y consideran que hasta ahora en las negociaciones todo ha sido "muy emocional". Atendiendo a la información trasladada por fuentes socialistas, los de Sánchez son conscientes de que, una vez que el Congreso ha rechazado investir a Sánchez en primera votación les toca a ellos tomar la iniciativa para buscar un mayor respaldo en el segundo intento.
PRIMER INTENTO. Sánchez ha perdido este martes la primera votación del debate de investidura al recibir 170 noes, entre los que no se han encontrado finalmente los diputados de Unidas Podemos, que se decidieron poco antes por la abstención. Fue el mismo voto de PNV, EH Bildu y Compromís.
Sí votaron en contra PP, Cs, Vox, ERC, JxCat, Coalición Canaria y Navarra Suma. En total, 169. Sánchez se ha quedado así muy lejos de la mayoría necesaria, porque únicamente ha conseguido 124 síes, los 123 del PSOE más el del diputado del Partido Regionalista Cántabro. A los votos en contra se ha unido por sorpresa el telemático emitido por la portavoz de Unidas Podemos, Irene Montero, quien no asiste al Congreso estos días por estar de reposo debido a su avanzado embarazo.
Irene Montero, que votó 'no' de forma telemática, tuvo que comunicar su decisión al Congreso a primera hora de la mañana
Montero comunicó su voto a las 9.00 horas de este martes porque ésa es la hora que estableció la Mesa del Congreso en virtud de una resolución aprobada por la Cámara para la regulación del voto telemático en casos "tasados" y justificados.
El cambio del 'no' de Montero a la abstención de Unidas Podemos en un intervalo de cinco horas ha alimentado suspicacias sobre si entre el partido morado y el PSOE se había producido algún pacto o acuerdo, o al menos una aproximación de posiciones que durante el lunes y el martes se han comprobado muy lejanas. Fuentes de Unidas Podemos han negado tal extremo.
Fracasado el intento de investidura, la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, ha convocado de nuevo al pleno para el jueves a las 13.30 horas, cuando se producirá una segunda votación en la que Sánchez ya sólo necesitará más síes que noes para ser investido. No se materializará antes de las 14.25 horas, para que se cumplan las 48 horas que fija la Constitución que deben transcurrir entre las dos votaciones.
Con la votación fallida de este martes empieza a correr el plazo máximo de dos meses para la convocatoria de unas segundas elecciones en el caso de no se produzca una investidura exitosa en ese periodo.
Si Sánchez quiere salir investido, necesitará, como mínimo, convertir la abstención de Unidas Podemos en un 'sí' y que ERC y el PNV se abstengan. Precisamente la abstención es la decisión que el grupo vasco ha tomado este martes. No así ERC, que se ha ido al no.
Dependerán estos cambios de criterio de las negociaciones que tanto PSOE como Unidas Podemos quieren alargar hasta el jueves, de manera que las opciones de Sánchez de salir investido como presidente del Gobierno aumenten y se hagan realidad.
Durante la segunda jornada del debate de investidura han ido trascendiendo más detalles de las conversaciones entre ambos partidos y sus respectivos equipos negociadores, como que Sánchez aceptaría que Irene Montero fuera vicepresidenta en un hipotético Gobierno de coalición.
