Cotillear es tan sano y divertido, como humano

Carlota Corredera, en el plató de 'Sálvame' sin público como prevención ante el coronavirus. TELECINCO
photo_camera Carlota Corredera, en el plató de 'Sálvame' TELECINCO

Cotillear trae consigo beneficios tanto personales como sociales, además de estar ligado a los orígenes de la cultura humana. Cotillear es divertido, no podríamos vivir sin  cotillear, ya que necesitamos tener información sobre otras personas y nos fascina la vida privada de los demás. 

Los nuevos medios y los nuevos famosos

Sin lugar a dudas, Internet ha jugado un papel fundamental en muchos ámbitos de nuestras vidas y los medios de comunicación no ha sido ajenos a ello, además hoy en día también podemos recibir noticias de famosos a través de las redes sociales. Webs y páginas de redes sociales como Facebook o Twitter, nos mantienen al día con todo lo que pasa en el mundo rosa.

Pero además de actores reyes, princesas y de más alta sociedad también se han incorporado al mundo del cotilleo los famosos televisivos. Son muchos los programas de televisión que se basan más en el cotilleo que en otra cosa. Los personajes que aparecen se relacionan entre ellos tienen historias amoríos desencuentros peleas y ello es de interés para el lector también. 

Lejos han quedado esas épocas en donde sólo se sabía de las personas que integraban la jet set o la nobleza. Ahora, ellos también pueden importar, pero tanto temáticas, como personajes se han ampliado y ello da para una enorme cantidad de contenidos: cantantes, actores, actrices, modelos, presentadores, presentadoras… y también concursantes de reality shows forman parte del elenco de medios, webs y redes sociales que nos ayudan a estar al día en el arte más antiguo del hombre: el cotilleo.

Los orígenes del cotilleo

El cotilleo tiene raíces ancestrales. La razón está en cómo vivíamos hace miles de años cuando gran parte del éxito reproductor depende de nuestra capacidad para conocer las complejidades de la vida tribal. Era la forma de obtener información valiosa en un entorno en el que todo el mundo se conocía: saber si una pareja estaba libre, qué tal iba la caza en un determinado lugar, qué fruta silvestre eran las comestibles, o de quién era un determinado animal.

Se dice que el cotilleo nació en el aseo de los primates cuando se estaban desparasitando y uno se hablaban como otro para establecer un contra un contacto físico más estrecho. Se trataba de un aseo social en donde todo el mundo se podía poner en conocimiento de todo lo que sucedía en la tribu. 

Se habla también de un aspecto motivador del cotilleo ya que permite evaluarnos a nosotros mismos: nos podernos equiparar con los demás y, en definitiva, y en muchas ocasiones, decir que estamos mejor ante la situación de una persona.

Un cotilleo positivo, nos puede ayudar a mejorar, mientras que un cotilleo negativo también puede hacerlo en el momento en el que nosotros no queremos hacer o realizar determinadas acciones que ha hecho la persona sobre la que estamos hablando. 

Evidentemente, si esto pasa con nuestro día a día nuestro entorno que no va a pasar con famosos o gente de la jet set, por la cual nos interesamos. No nos engañemos, seguir la vidas de celebrities y famosos nos gusta, y nadie, en ningún lugar del mundo, está exento de ello. 

Historia de la prensa del corazón

El origen de la prensa del corazón lo podemos encontrar en el siglo XVII cuando algunos periódicos ingleses publicaban noticias sobre la denominada crónica de sociedad, en donde se hablaba de los matrimonios, peleas, divorcios, hijos ilegítimos o entierros de la alta sociedad inglesa.

En el siglo XIX, en Francia y también en España, hay referencias de cotilleos sobre la alta sociedad en los periódicos y gacetillas de la época. Abordaban cuestiones como las visitas oficiales de un monarca o la lista de nobles que participaban en una determinada gala benéfica. 

Pero la primera publicación semanal dedicada a la crónica social fue en Estados Unidos en 1916 en un periódico de Nueva York llamado Broadway Brevities and Society Gossip, que cubría eventos de la Alta Sociedad y las estrellas del teatro de Broadway, aunque terminó derivando hacia la búsqueda de escándalos sociales y la destrucción de reputación. 

En España a partir del siglo XX cuando la prensa de ecos de sociedad se transforma en la conocida prensa del corazón. Tras la Guerra Civil Española comienzan a aparecer revistas semanales especializadas en el cotilleo de los famosos como Semana, ¡Hola! O Diez Minutos.A finales de los años noventa surgen una nueva serie de revistas del corazón como ¡Qué Me Dices! o Cuore. La televisión se une a esta nueva oleada de cotilleo con programas muy conocidos como Bla bla bla, Aquí hay tomate, Salsa Rosa o Sálvame.

La crisis que llega a principios del siglo XXI, hace que decaiga mucho la audiencia de estos medios y, con la llegada de Internet, nacen también nuevos medios de comunicación que informan sobre el cotilleo, lo cual también afecta a la tirada y difusión de esta revista.