Crespo pide anular la sentencia de la Gürtel por la amistad del juez De Prada con Baltasar Garzón

El abogado del número dos de la trama alega que la relación entre los dos magistrados "conculcó de manera insubsanable" los derechos de su defendido

El número dos de la trama Gürtel, Pablo Crespo. AEP
photo_camera El número dos de la trama Gürtel, Pablo Crespo. AEP

El número 2 de la Gürtel, Pablo Crespo, ha pedido que se anule la sentencia que le condenó a 37 años y medio de cárcel por la amistad de uno de los miembros del tribunal, José Ricardo de Prada, con el exjuez Baltasar Garzón, que fue inhabilitado a raíz de una querella que este acusado interpuso contra él por prevaricación. Esa supuesta falta de imparcialidad de De Prada, reforzada por una pretendida animadversión hacia Crespo por esa querella, es el principal argumento que la defensa de Crespo, que ejerce el abogado Miguel Durán, esgrime en el recurso de casación de 238 páginas interpuesto ante el Tribunal Supremo.

Otro motivo de nulidad que alega son precisamente las grabaciones que autorizó Garzón entre detenidos por la Gürtel en 2009 y sus abogados cuando se encontraban en prisión, y que motivaron la querella de Crespo. Si bien esas grabaciones fueron retiradas de la causa, la defensa cree que pese a ello tanto Garzón como "la Fiscalía y los agentes de la Policía actuante obtuvieron información ilegal suficiente para seguir unas actuaciones con clara superioridad".

El abogado relata en su recurso cómo ha tratado sin éxito de recuperar esas grabaciones —en poder del Supremo— para argumentar estas sospechas y que se reconozca que "conculcaron de manera insubsanable, entre otros, el derecho de defensa del Sr. Crespo".

Respecto a la amistad entre Garzón y De Prada, Durán recuerda que esta circunstancia le llevó a recusar al magistrado antes del juicio y que pese a hacerlo en tiempo y forma y con motivos suficientes para que fuera estudiada fue "inadmitida a trámite". Reitera en su recurso que De Prada mostró su apoyo "incondicional" a Garzón cuando este fue juzgado por haber autorizado esas grabaciones ilegales, "acompañándolo en diversas ocasiones hasta la misma puerta del Tribunal Supremo".

Alega que uno de los magistrados que le juzgó, Julio de Diego, tuvo anulada su voluntad para ejercer su función por "lapsos temporales" al quedarse dormido en momentos del juicio

Añade además que De Prada "se posicionó claramente contra el procedimiento penal" a Garzón, llegando a expresar "públicamente su amistad y afecto" al exjuez en 2014 en un Congreso sobre jurisdicción universal. En esa intervención, de la que Durán facilita el enlace en YouTube, manifestó: "probablemente, uno de los peores momentos en mi trabajo jurisdiccional fue, precisamente, cuando Baltasar Garzón fue suspendido inicialmente y luego inhabilitado durante muchísimos años para el ejercicio de su profesión".

Como prueba de esa amistad, la defensa de Crespo añade también la colaboración de De Prada en la "Fundación Internacional Baltasar Garzón" y en cursos organizados por el exjuez, y a los que ya hizo referencia en el incidente de recusación que le fue rechazado y que motivó un comunicado de Garzón señalando que De Prada no cobró nada por sus intervenciones. El abogado dice desconocer si fue De Prada quien se costeó de forma "altruista" "los desplazamientos y los viajes para las intervenciones en dichos congresos y cursos tanto en España como en los distintos países sudamericanos en los que se celebraron".

Sin embargo cree que este aspecto "debió haber sido valorado y averiguado por el Ilmo. Sr. Magistrado Instructor al que correspondió la tramitación del incidente recusatorio" y que correspondió, según el recurso, a otro amigo de Garzón ya fallecido. Ante estas evidencias, el abogado considera que nadie "puede sostener seriamente que en el ánimo del magistrado se puede adoptar una decisión justa, cuando resulta que el acusado es quien ha procurado al magistrado, según sus propias palabras, 'uno de los peores momentos' de su trayectoria profesional".

Por ello cree que también "es reprochable" a De Prada el "no haberse abstenido del conocimiento de esta causa con la intervención tan relevante que en la misma ha tenido un amigo". De hecho cree que tenía interés en la causa porque "se erigió en conductor de la estrategia política y judicial que posibilitó, en contra del criterio del Presidente del Tribunal y del Ministerio Público" que testificara en el juicio Mariano Rajoy y que Durán cree que acordó en "sintonía" con una de las acusaciones, Adade.

Otros argumentos para pedir la nulidad son la escuchas que le hizo el exconcejal de Majadahonda José Luis Peñas al cabecilla de Gürtel Francisco Correa y que motivaron la apertura de esta causa y que Crespo sostiene que fueron "obtenidas de forma ilícita, vulnerando derechos constitucionales". También alega que otro de los magistrados de le juzgó, Julio de Diego tuvo anulada su voluntad para ejercer su función por "lapsos temporales" al quedarse dormido en algunos momentos del juicio, dejando en manos de De Prada la orientación de la sentencia tras quitarle la ponencia al presidente Ángel Hurtado, que se quedó en minoría y tuvo que emitir voto particular.

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