El año de la patata

Alfonso V. Carrascosa, científico del CSIC
photo_camera Alfonso V. Carrascosa, científico del CSIC

En las memorias de la Junta de Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (JAE) se recoge cómo la Misión Biológica de Galicia surgió a raíz de un intento de llevar a provincias la fundación de laboratorios científicos con tareas de investigación, docentes y de apoyo a la industria local.

Según la Memoria JAE de 1921, la Misión Biológica echó a andar con dos problemas locales a resolver: la enfermedad conocida con el nombre de “tinta” del castaño y la mejora del maíz por hibridación. En el curso 1926-27 comenzó a abordar el estudio de la patata -un cultivo creciente en Galicia por aquel entonces- para intentar buscar soluciones a la compra
masiva de tubérculo para sementera que se hacía en el exterior. Ofreciendo la posibilidad de ensayar la búsqueda de variedades adaptadas a Galicia, y con el apoyo de labradores y entidades locales, los estudios se pusieron en marcha.

Se pretendía atajar la degeneración que la patata sufre cuando se resiembra de año en año, poniendo en marcha sementeras propias. En 1930 llevó a cabo el que por entonces fue el estudio más amplio realizado en España sobre el tema, con 56 variedades alemanas a la vez, y del cual resultó información sobre las variedades más productivas, más adaptadas y más resistentes al mildew . La patata ganaba protagonismo en la Misión, en detrimento del
castaño. Por circunstancias la Misión cambió de residencia en 1930, volviendo a Salcedo en 1931, y dedicándose ya entonces al maíz y la patata, junto con el ganado de cerda.

Con 39 variedades más, entre nuevas alemanas y holandesas, se continuaron los estudios durante 1931-32. El interés local suscitado por los trabajos y la comunicación de los resultados produjo el ofrecimiento de terrenos para ensayos en más localidades. “Variedades de patata para Galicia” y “Ensayos de variedades de patatas” fueron sendos artículos sobre las actividades realizadas publicados en El Pueblo Gallego. En 1933-34 se estudió además de lo anterior el efecto del sulfitado para paliar la caída de productividad
por mildew, de la enmienda de terreno con cal para disminuir las manchas de la carne de patata, y se aumentaron las variedades a estudio, publicándose los resultados en el Boletín del Sindicato de Productores de Semillas.

Ciencia y agricultura caminaron estos años de la mano en Galicia. Y todo por la patata, que se lo merece. Aunque el podio de los alimentos humanos más consumidos sea el arroz, el trigo y el maíz, para los europeos el trigo el maíz y la patata constituyen el grupo de alimentos “medalla” de origen vegetal. La patata es como una más de la familia en la mayoría de los hogares. Ya lo dice el refrán “El arroz, con tomate y patata cocida alarga
la vida”. La ONU ha declarado 2008 año de la patata, con el objetivo de promover la investigación y el desarrollo de los sistemas de producción de este cultivo, algo que a nivel local Galicia decidió plantearse hace ahora casi un siglo.

Alfonso V. Carrascosa es científico del CSIC.

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